El gobierno transitorio derechista de Bolivia acusó este jueves al partido del expresidente Evo Morales, refugiado en Argentina, de tratar de romper la cuarentena del coronavirus financiando las protestas de medio millar de bolivianos varados en Chile que exigen entrar a su país.
Arturo Murillo, ministro de Gobierno (Interior), asegura que el partido de Morales (2006-2019) está detrás de los reclamos de unos 500 bolivianos, varados hace días en el poblado fronterizo chileno de Colchane, que insisten en ingresar a Bolivia, a pesar del cierre de fronteras.
Hace dos días fueron reprimidos por los militares que resguardan la línea fronteriza con Chile.
“Tenemos identificados a 35 activistas mezclados en esa marcha y también hemos podido, con nuestros sistemas de inteligencia, ver que se está pagando 300 bolivianos (unos 43 dólares) por cada persona para que hagan esto”, dijo el ministro a periodistas.
“El terrorista confeso expresidente de Bolivia (Morales) está tratando de aprovechar (la pandemia) para desestabilizar”, añadió el ministro.
Las manifestaciones son especialmente porque el gobierno de la presidenta interina Jeanine Áñez permitió el miércoles el regreso por vía aérea desde Chile de 36 bolivianos “por razones humanitarias” y a su propio coste, según explicó la Cancillería.
El senador Efraín Chambi del Movimiento al Socialismo (MAS), el partido de Morales, negó rotundamente las acusaciones.
“El MAS no está en ningún acto irresponsable movilizando a la gente para romper la cuarentena, sino convocando a que todos podamos cumplirla disciplinadamente”, dijo.
El gobierno acusó también al MAS por la acción de 480 bolivianos que tras una semana de protestas lograron pasar la frontera el 4 de abril y permanecen aislados en carpas en un precario campamento militar a 3.700 metros de altitud en condiciones extremas cerca de la frontera con Chile.
Desde su cuenta de Twitter Morales escribió hace dos días que “ni las amenazas ni la represión dan de comer. Criminalizando a los Movimientos Sociales, no resolverán la crisis que vive y sufre nuestro país”.
Morales dimitió en noviembre luego de que la OEA estableciera irregularidades en su favor en el cómputo de votos de las elecciones de octubre, anuladas luego por él mismo. El órgano electoral llamó a nuevos comicios para mayo, pero fueron pospuestos por tiempo indefinido por el coronavirus.
El candidato del partido de Morales, Luis Arce, lidera todas las encuestas de intención de voto.