Sin complejos la cantante nacional habló de todos los temas con La Nación, desde el concierto con el que celebrará sus 50 años de trayectoria en octubre, hasta su pololo unos 20 años más joven.

Como una mujer de carácter fuerte, intensa, sin prejuicios y multipropósito se define a sí misma Gloria Simonetti, la intérprete de éxitos tan diversos y recordados como “Lo que pasa contigo”, “Hijos”, “Entreparéntesis”, “Enamórate”, “La Violeta y la Parra”, quien al cumplir 5 décadas de carrera artística abrió su mente y corazón La Nación para confesarse en todos los temas. ¿Qué se siente estar cumpliendo 50 años de carrera artística? – Se siente fuerte, muy potente porque no es fácil en un país como éste, porque tú siempre estás dando examen todos los años y nunca pasas de curso. Siempre estás en esa cuerda floja en donde o estás muy gorda, muy flaca o muy vieja (ríe). Hay una 24serie de condicionantes que hacen que nunca estés bien posicionada. Es más difícil mantenerse vigente. En ese contexto, ¿cómo ha sido el proceso de mantenerse en el medio artístico? – He podido porque, primero, amo lo que hago que es la música y, por otro, porque tengo una energía muy vital que hace que siempre mi cabeza esté funcionando y pensando en proyectos nuevos. Nunca me he quedado con el ‘podría hacer esto o lo otro’, estoy en la búsqueda de subirme a los nuevos carros, de compartir con nuevas generaciones y lo he hecho grabando con cantantes más jóvenes que yo y eso ha generado un compartir de nuestras experiencias. Entonces, no deja de ser menor que cada dos años esté haciendo algo nuevo, lo toquen o no en la radio y otros medios. ¿Lo hace por satisfacción personal? – Es una obligación que tengo con la gente que me sigue, por un lado, y que es muy importante para mí porque han sido muy fieles y también por un tema personal. No me quiero quedar anquilosada mientras tenga vida, eso me provoca siempre una inquietud y aprender de lo nuevo. CELEBRANDO 50 AÑOS La artista que se apresta a festejar 50 años dedicados al canto con una presentación que ofrecerá el próximo 14 de octubre en el Teatro Oriente, cuenta que será un concierto “muy cargado a la interpretación”, asegurando que no faltarán las canciones de toda la vida y que la gente que la sigue quiere escuchar, como “Entre paréntesis”, “Ojalá”, “Gracias a la vida”, “Nuestro tiempo terminó”, entre otras. No obstante, aseguró que “me voy a dar el gusto de cantar temas del mundo que me hubiera gustado que fueran para mí” como “No llores por mí Argentina”, “Hasta que te conocí”, “Memories”, “La Flor de la Canela”, “Como yo te amo” y por supuesto estrenará su nuevo sencillo “Fiel” que especialmente le compuso el cantautor Daniel Guerrero (ex La Sociedad) y que marca este ciclo. Su nuevo sencillo “Fiel”, que precisamente marca esta trayectoria, ¿qué significa para usted? -Esa canción es muy importante por varias razones. Primero, porque me da una actualidad en todo el sentido de la palabra que me refleja. Le puse ese obstáculo a Daniel y me pareció genial porque decía exactamente un poco lo transgresora que he sido yo en mi vida, porque siempre he estado tirándome a las piscinas sin agua en vez de quedarme mirando como gato para la carnicería, en el fondo ser fiel a mí misma, a rajatabla. Quedé muy conforme con el tema y el video. EL FESTIVAL DE VIÑA SE VISTE CON UN TÍTULO QUE NO TIENE La intérprete también se dio tiempo para comentar la situación a su juicio “compleja” que viven los artistas nacionales frente a los que vienen del extranjero y que son preferidos por el público en general, en total desmedro de quienes tienen que abrirse paso en pubs o redes sociales, porque no cuentan con apoyo de los medios y si los descubren “los tienen arriba un tiempo y luego los dejan caer”. ¿Cómo evalúa este escenario para el artista chileno? -Es súper complejo, porque piensa tú que hoy día el artista chileno está moviéndose siempre en este medio y tú ves que vienen artistas extranjeros bastante mediocres, ganando muchísima plata y contratados por espectáculos grandes como el Festival de Viña que ya no es tal, es un programa de televisión que dejó de ser festival de la canción hace muchos años porque nadie se acuerda quien lo gana. O sea, el Festival de la Canción de Viña del Mar (que ella ganó en 1969) se viste con ese título pero no tiene nada que ver, hoy día es un show igual que los que se hacen en cualquier recinto al que han venido a cantar dos o tres veces en el año. ¿A qué se debe eso? -A nuestra idiosincrasia, nosotros consideramos que todo lo que viene de afuera es bueno. Ahí no tenemos ningún colador, un artista extranjero puede venir diez veces en el año si quiere y si tú te repites dos veces te encuentran ultra repetida. Esa falta de respeto que tenemos por lo nuestro es parte de nuestra idiosincrasia (…). Yo recorro todo Chile, canto en las municipalidades, en los casinos, en las empresas, y como no salgo en los medios la gente piensa que estás en los cuarteles de invierno tejiendo a crochet. Entonces, hay que estar luchando contra eso y seguir comprobando que todavía cantas, que no estás arrastrando los pies, que estás bien y eso es agotador, pero como amo tanto esta cuestión, al final son gajes del oficio. “TENGO POLOLO” En este caminar de dulce y de agraz Gloria Simonetti se declara como una mujer multipropósito, puesto que no tiene manager y todos sus proyectos los idea y negocia sola. “Soy una pila llena de energía. Me falta vender los cuchuflí y cortar las entradas”, bromea. Confiesa que “después de todo eso me junto con mi pololo”, el ingeniero químico Javier Alarcón, poco más de 20 años menor, quien tiene una productora y se dedica a hacer trabajos audiovisuales, contexto en el que se conocieron cuando él filmó un video que ella grabó hace tiempo. ¿Se cuestionó al comienzo? -Al principio me costaba muchísimo porque sentía que era casi irreal estar viviendo una cosa tan intensa en todo el sentido de la palabra. O sea, yo nunca he estado sola, he tenido dos maridos (Cristián Del Campo y Jorge Nogués), una pareja y bastantes acompañantes, pero encontrar una persona más joven que sea romántica, apasionada, que sea compañero, amigo, es más difícil, sobre todo, que logres esa química que no te pasa con otras personas. Nosotros salimos una vez a comer y nos dimos cuenta que teníamos todo que ver, pero sí me costó, me cuestioné, me compliqué harto y él también, imagínate, salir con una vieja, o sea, ¡qué onda! Pero hoy estamos totalmente superados en ese sentido. Su familia, el círculo cercano, ¿cómo los recibieron? -La familia ningún problema, mi hijo (el sacerdote jesuita Cristián Del Campo), obviamente, tuvo sus reparos pero ya está alineado (ríe). No sé si me ha dado la bendición pero acepta que su madre esté con una persona más joven, aquí prima el amor, no los juicios. Creo que no corresponden los juicios entre una madre y un hijo, prima siempre el amor. Así como a mí me costó mucho dejarlo partir a hacerse sacerdote siendo mi único hijo, creo que a él también debe haberle costado entender esta situación, pero si a mí me hace feliz verlo feliz con su camino, a él le debe pasar lo mismo. ¿Y la familia de él? – Al principio, obviamente como que era la curiosidad, pero bien. Cero rollo. La familia de Javier es bien atípica porque tiene un hermano mellizo y tres hermanos que son trillizos, así que eso es casi más raro que el hecho que nosotros estemos juntos. SER FELIZ LO QUE SE PUEDA Aunque la cantante está encantada viviendo este amor, es muy aterrizada y resuelta a la hora de hacer proyecciones porque es evidente -dice- que no puede durar eternamente. ¿Cómo es la relación entre los dos? -Gracias a Dios Javier tiene un carácter súper fuerte y no soy una sopita de pan. Me encontré con la horma de mi zapato, porque es complicado estar con una persona conocida, con un carácter más o menos fuerte, muy independiente, todo lo he hecho sola, me he creado mis problemas, mis cosas buenas, entonces es complicado para un señor encontrarse con este personaje fuerte. Pero él es tanto o más fuerte que yo, entonces nuestras peleas también son así, apasionadas, por eso no vivimos juntos, porque si no pasaríamos ‘entra la maleta, saca la maleta’. Para qué si existe esta posibilidad puertas afuera. ¿Y casarse a estas alturas? -¡Estás loca! No, no, no. Yo creo que no, para qué. Lo único que siento de todo esto es no haberlo conocido antes, unos 10 o 15 años atrás, porque ahí yo podría tener una capacidad de proyección. Hoy día no la tengo, porque es más cortito el camino que me queda, más acotado, entonces yo pienso en la próxima semana y en los próximos 15 días, no pienso más allá. Pienso que me están dado una luz y él se encontró con esta señora que también lo hace reír, lo divierte, lo pasamos regio y compartámoslo, mientras lo tengamos disfrutémoslo sin tanta amargura, sin pensar en cosas negativas. Añade que “me encantaría que cuando yo ‘pare la chalupa’ él pudiera reiniciar su vida, tuviera una familia, lo voy a venir a penar (ríe). Uno tiene que ser realista en ese sentido, no puede pensar que esto va a durar hasta la eternidad, puede durar hasta que me muera, pero nadie tiene la fecha de muerte escrita en el carné, entonces hay que tratar de ser feliz lo que se pueda”. LA MÚSICA ES MI BASTIÓN Mirando hacia atrás todo lo que ha vivido, la artista analiza lo importante que ha sido la música en su existencia para superar los escollos que ha enfrentado. ¿Cuál es o ha sido su dolor más grande? –Creo que el dolor más grande la muerte de mi segundo marido. Fue muy atípica, muy dolorosa, muy violenta, inesperada. Tú te preparas cuando la persona está enferma, pero para que se muera atragantada con un pedazo de carne te deja absolutamente desestabilizada y no sabes cómo reaccionar. La partida de mi hijo al sacerdocio y la muerte de Jorge sucedieron en dos o tres años, creo que fue la violencia más grande porque tuve que aprender a vivir de nuevo, tuve dos personas por las que vivía, a las que atendía, sin embargo se me fueron los dos de distinta manera y tuve que crearme un mundo distinto, aprender a vivir de nuevo. ¿Y cómo se levanta después de eso? -La música es mi bastión siempre. Trabajando mucho, tratando de buscarle una explicación a lo que no la tiene por ningún lado, entonces al final de cuentas creo que está todo predeterminado para que suceda por alguna razón que no es mala sino para que tú las vivas y reacciones y reflexiones por qué te pasaron y te haces más fuerte. ¿Cómo se define con todo lo que ha vivido en lo personal y en lo artístico en estos años? -Sigo siendo intensa, todo me lo vivo a concho, me gusta estar inmersa en todo, no me gusta mirar pasar la vida desde la veredera del frente, ser parte de las alegrías, de las tristezas, soy una persona muy verdadera, muy real, me ha tocado estar en todos los ámbitos y he aprendido a conocer el matiz, porque para mí antes todo era blanco o negro, y la vida te enseña matices que te hace crecer, no ser beligerante o defender una posición a ultranza que creo que eso es egoísta, hay un montón de colores entre medio que hay que aprender a conocer. SOCIEDAD DE AUTISTAS Gloria Simonetti también saca la voz para opinar acerca de cómo está la sociedad chilena y los debates con los que nadie, a su parecer, quiere ponerse de acuerdo. ¿Cómo aplicaría ese concepto a los debates de la sociedad actual donde no existen puntos de acuerdo? -No hay punto de encuentro porque hoy estamos viviendo en una sociedad de autistas. Hoy día a los chilenos no nos interesa lo que le está pasando al gallo del lado, le interesa lo que le pasa a él, lo que tú puedes conseguir. Por ejemplo, en política no se ponen de acuerdo porque están viendo qué troncha pueden sacar, de dónde se pueden agarrar, ‘cómo voy en la pará’, cualquiera sea, todos los que están allí están por sacar algún provecho. Es cuestión de mirar lo que pasa hoy, están peleándose por los cupos en vez de pensar qué importa, vámonos con éste y otro. ¿En qué se aprecia eso? – Todos los temas que se vienen son extraordinariamente difíciles para cualquiera de los candidatos que salga electo, porque hoy estamos hablando del aborto, del sistema de pensiones, la reforma educacional, de salud, de cosas que están haciendo en los últimos meses de gobierno, entonces me parece que no van a tener una solución tan fácil y va a ser una mochila extraordinariamente pesada para el que venga, porque hay mucha discusión e incongruencia y eso se va a dilatar y se van a producir problemas. ¿Tiene claro por quién va a votar? –Tengo claro por quién voy a votar. No es una cosa fascinante pero es lo que hay. Creo que hoy día Chile pasó la etapa en que necesitábamos de la mamá amorosa, inteligente, afectiva, dispuesta. Hoy día necesitamos otra persona, alguien que ordene un poco este despelote. No me gusta ninguno, pero sí voy a votar”. https://www.youtube.com/watch?v=HVIPc0YcEMU