El gerente general de Metro de Santiago, Felipe Bravo, recordó lo ocurrido durante el estallido social del 18 de octubre de 2019 y sostuvo que “nadie de nosotros, en este entorno, pudo ni siquiera imaginar el nivel de violencia que se iba a desatar”.

En conversación con Radio Cooperativa, Bravo señaló que “un par de días antes ya veníamos con situaciones bien importantes de manifestaciones de los estudiantes que estaban en un proceso que iba escalando, cada vez con más agresividad”.

En esta línea, relató que “el jueves en la noche decidimos iniciar ese día con un despliegue especial”, donde distribuyeron “a todos nuestros ejecutivos por las distintas estaciones y estuvimos en un comité de crisis, que es lo que tenemos habitualmente cuando ocurre una situación relevante, monitoreando la situación”.

“Tuvimos muchas manifestaciones, por distintos puntos de nuestra red, y tuvimos que ir tomando decisiones realmente muy complejas”, indicó.

El ejecutvo reconoció que “nadie de nosotros, en este entorno, pudo ni siquiera imaginar el nivel de violencia que se iba a desatar, especialmente el viernes en la noche, y después ese fin de semana y ahí en adelante. Estábamos preparados para ese tipo de incidentes (estudiantiles), no los que finalmente ocurrieron”.

Detalló que desde el 16 de octubre, Metro interpuso 92 querellas por delitos ocurridos en sus estaciones. Se identificaron a “101 imputados y de esos, hay 53 personas condenadas al día de hoy por distintas causas: desórdenes, daños, daños calificados, Ley de Seguridad del Estado, incendio, robo y hurto”.