Centenares de personas acudieron hasta Estación Central para despedir a Luisa Toledo, activista por los derechos humanos y madre de los hermanos Vergara Toledo, asesinados en la dictadura de Augusto Pinochet.
La mujer falleció el martes a sus 82 años y sus restos empezaron a ser velados desde el mediodía de dicha jornada en la sala multiuso “Pablo Vergara Toledo”, ubicada en Villa Francia. Al mismo tiempo, se reportaron diversas velatones a lo largo del país.
Además, la presidenta de la Convención, Elisa Loncón, le dedicó un homenaje durante la sesión de este miércoles, lo cual motivó aplausos de la mayoría de los constituyentes. Es la primera vez que un órgano del Estado reconoce la historia de Luisa Toledo.
Desde temprano este miércoles, diversas personas concurrieron al lugar para acompañar el cortejo fúnebre hasta el Cementerio General de Recoleta.
En ese contexto, se han reportado enfrentamientos con fuerzas policiales por parte de algunos grupos que se separaron de la caravana principal, realizando incidentes aislados y cortes de tránsito en el sector, donde también han habido intentos de saqueo.
Hasta el momento no hay información concreta sobre cortes de calle y detenidos, mientras que el Ministerio de Transporte indicó vía Twitter: “Evite circulación vehicular y peatonal por Av. La Paz, entre Lastra y las proximidades del Cementerio General por desplazamiento de cortejo fúnebre y presencia de incidentes en el sector. Opte por alternativas como Recoleta e Independencia”.
Según T13, el ingreso a calle Mac-Iver desde Santa Rosa se mantiene cerrado.
Hasta el momento, no hay información sobre detenidos, mientras que en redes sociales se han realizado diversas criticás al amplio contingente de Carabineros y de Policía de Investigaciones dispuesto para el funeral.
Fallecida después de agresivo cáncer de estómago en sus últimos días, Toledo fue una colaboradora activa de la Vicaría de la Solidaridad en tiempos de la dictadura de Pinochet, siendo una de las iniciadoras del Comité Pro-Paz. Sirvió como transcriptora de las denuncias de violaciones a los derechos humanos y fue secretaria del abogado José Zalaquett en la institución.
Su nombre adquiriría mayor conocimiento a partir del 29 de marzo de 1985, cuando sus hijos Eduardo y Rafael, de 20 y 18 años, fueron asesinados por Carabineros en la Villa Francia. El hecho es conmemorado todos los años es conmemorado con protestas, bajo el apelativo del “Día del Joven Combatiente”.
Revisa algunas imágenes del funeral