El inicio de Roland Garros, el segundo Grand Slam de la temporada en la ATP, no ha estado exento de complicaciones, ya que en estos primeros días han surgido algunas polémicas en el torneo, y una de las que ha tomado protagonismo, es una que tiene relación con las pelotas utilizadas en la competición.
Recientemente, más de algún tenista ha presentado duras quejas por esta situación, como el tenista francés Benoit Paire (147° ATP), que llegó a manifestar que las pelotas “son una basura”.
“Se vuelven más grandes luego de dos segundos. No durarán más de un partido. No es la razón por la que no gané, pero no se puede jugar al tenis de esta manera. No puedes atacar, no puedes avanzar. Es imposible. Estamos en uno de los mejores torneos del mundo y jugamos con estas pelotas tontas. Es una pena”, sostuvo el galo.
Asimismo, el danés Holger Rune (6° ATP) puntualizó que “hay que reconocer que la pelota se pone muy grande y como esponjosa, eso hace que sea muy difícil conectar golpes ganadores porque las condiciones se vuelven tremendamente lentas. Siento una gran diferencia respecto al pasado año”.
Por su parte, el tenista ruso, Daniil Medvedev (2° ATP), declaró que “en mi opinión, los jugadores que tienen, no sé cómo decirlo, como un juego de muñeca, como mi oponente (Seyboth Wild), como Carlos (Alcaraz), creo que Stefanos (Tsitsipas) un poco, tienen una gran ventaja con estas pelotas. Porque pueden crear un dominio fácil, que yo no tengo”,
MEDVEDEV Y LA ARCILLA
En la misma línea, el N° 2 del mundo llamó la atención por las declaraciones que realizó luego de perder inesperadamente en su debut.
Contra todo pronóstico, el “Androide” cayó este martes en la primera ronda del major parisino, ante el brasileño Thiago Seyboth Wild (172° ATP). Desde hace un tiempo, el ruso ha expresado su “odio” a la arcilla, y en esta oportunidad, no dejó pasar la ocasión de dejar claro su disgusto con esta superficie.
“Estoy contento de que haya acabado esta época de la temporada. He ganado un título en tierra, en un Masters 1000 como en Roma. Desde el tercer juego tenía la boca llena de arcilla y no me gusta. No entiendo a la gente que le gusta comer arcilla, tener arcilla en su mochila, en sus zapatos, en sus calcetines… Tienes que botar a la basura tus calcetines blancos”, señaló tras el partido.
Además, durante el partido, Medvedev tuvo más de una discusión con el público, quienes lo llegaron a abuchear en algunos momentos del encuentro. “Estaba hablando con la juez de silla sobre una bola dudosa y empezaron a silbarme. Simplemente les dije que se callaran porque no iba con ellos”, concluyó.
