Varias horas de trabajo llevan los equipos de rescate en la ciudad turca de Ermirna, una de las más afectadas por el terremoto que se produjo este viernes en el mar Egeo y que se sintió en Turquía y Grecia.
En Bornova, los rescatistas, ayudados por habitantes y policías, intentaban abrirse paso entre los escombros de un edificio de siete pisos con ayuda de motosierras.
Una cadena humana intentaba despejar las ruinas. A veces los socorristas exigían silencio para tratar de localizar a los supervivientes.