Es así como se creó una mesa de trabajo, en que la Fiscalía Sur presentó un protocolo para vigilar e intervenir funerales que involucren armas y personas con antecedentes penales.
En el protocolo que presentó el Ministerio Público, como “Funerales de alto riesgo”, se definieron 7 etapas, para que tanto Carabineros, la PDI, autopistas, hospitales y funerarias se coordinen para evitar hechos de violencia en estas ceremonias.
De acuerdo al protocolo dado a conocer por La Tercera el primer paso, es detectar que ocurrió la muerte de una persona vinculada a bandas criminales. Luego, la PDI debe ir al Servicio Médico Legal (SML) para identificar a cercanos al fallecido y otros antecedentes como, por ejemplo, dónde ocurrió el deceso, cuál será la funeraria a cargo, dónde se realizará el velorio y a qué cementerio será trasladado.
Luego, en el velatorio, el plan es identificar, a través de un método de vigilancia discreta, si hay vehículos que hayan estado involucrados en hechos delictuales. También se realizará en esa fase un control de identidad selectivo, para poder obtener información de bandas delictuales y de portadores de armas.
Al momento de la caravana, el plan establece que Carabineros resguarde el trayecto y que este sea dirigido, preferentemente, por caminos donde haya cámaras de vigilancia. Después, cuando se realice el sepelio, este deberá será grabado por si ocurren delitos en flagrancia.
La subsecretaria de Prevención del Delito, Katherine Martorell, señaló que “la Fiscalía Sur presentó los pilares de un modelo para la mesa y todas las instituciones participantes en esta instancia, que está siendo coordinada por la Subsecretaría de Prevención del Delito, van a hacer observaciones a este protocolo. Nos reuniremos el 13 de mayo para cerrar el protocolo”.
Añadió que “este modelo es de suma importancia, porque el uso de pirotecnia en los funerales, que no siempre está vinculada a hechos de narcotráfico, ha generado mucha sensación de temor en la población”.