Por lo anterior el Gobierno se querelló por Ley de Seguridad del Estado. La que indica entre sus puntos, entre otras, que es contra quienes destruyan, paralicen servicios públicos o de utilidad pública de actividades como las comerciales.
El 25 de noviembre ingresó al 2° juzgado de Garantía de Santiago una solicitud del fiscal Ulises Berríos, de la Fiscalía Metropolitana Centro Norte, para fijar “audiencia de salida alternativa” de los imputados: la suspensión condicional.
Desde esa jurisdicción indican que la decisión se debe a la irreprochable conducta anterior de los formalizados y porque se trata de un delito con pena baja (robo en lugar no habitado).
Para los penalistas convocados por el Gobierno, Samuel Donoso, Marcelo Sanfeliú, Jorge Bofill y Gabriel Zaliasnik es “una pésima señal”. “Es francamente insólito y un abandono de deberes grave en los momentos que atraviesa el país”, señaló Sanfeliú.
Recalcó que la señal que está dando la fiscalía es grave. “Está diciéndole a la ciudadanía que estos hechos, los saqueos violentos, donde hemos visto involucradas a bandas de narcotraficantes, no son graves, que no van a ser perseguidas”.
En tanto para Bofill estamos hablando de algo grave. “Es un saqueo masivo cometido por 26 personas durante la vigencia del estado de emergencia, y estas personas fueron detenidas en flagrancia, y ha pasado apenas un mes y el fiscal decide instar por una suspensión condicional del procedimiento, lo que sólo puede significar que simplemente no se investigaron estos hechos”, expresó.