En su carta a los obispos, el Papa Francisco señaló “que dentro de las graves anomalías, se pudo detectar precisamente la destrucción de antecedentes por parte de quienes se encontraban a cargo de los archivos. Damos por verdadera esa aseveración”, dijo el fiscal Emiliano Arias, consultado por periodistas.
“Eso ya se encuentra en investigación y ahora falta determinar quién destruyó específicamente y en concreto los antecedentes”, agregó el perseguidor.
Desde hace meses la Iglesia católica chilena se ha visto remecida por una serie de denuncias de abusos sexuales y su encubrimiento. Hace dos semanas, entró en la cárcel el sacerdote Óscar Muñoz, mano derecha del cardenal Ricardo Ezzati, que declarará como imputado ante el fiscal Arias el próximo 21 de agosto.
De acuerdo a un catastro entregado hace una semana por la Fiscalía Nacional, en total 158 obispos, sacerdotes y laicos han sido o están siendo investigados por abusos sexuales en Chile desde 1960.
La Fiscalía tiene, además, constancia de 266 víctimas, 178 de ellas niños, niñas y adolescentes de abusos sexuales por miembros ligados a la Iglesia católica, y mantiene abiertas 36 investigaciones, mientras que 108 ya terminaron.
En una primera declaración sobre el tema, el Presidente Sebastián Piñera dijo este fin de semana que las autoridades de la Iglesia Católica chilena “pudieron y debieron haber evitado muchos abusos y mucho sufrimiento a niños chilenos y eso a mí también me duele profundamente”.