El funcionario militar estadounidense dijo a la AFP, bajo anonimato, que Joshua Boyle y su esposa estadounidense Caitlan Coleman, junto con sus tres hijos, dudaban si subir al avión del ejército de Estados Unidos.
En 2009, Boyle estuvo brevemente casado con Zaynab Khadr, hermana de Omar Khadr, un canadiense que estuvo una década detenido en la prisión de Guantánamo.
Pero el funcionario subrayó que Boyle no debe temer ningún tipo de consecuencias si sube a la aeronave. “No es nuestra intención. Estamos preparados para llevarlos a casa”, afirmó.
Joshua Boyle y Caitlan Coleman habían sido secuestrados por los talibanes en 2012 durante un viaje a Afganistán, a donde llegaron viajando como mochileros desde Rusia. Sus hijos nacieron durante los cinco años de cautiverio.
La familia fue rescatada por el ejército paquistaní tras recibir inteligencia estadounidense de que los rehenes habían cruzado a Pakistán desde el fronterizo Afganistán.
El presidente estadounidense, Donald Trump, identificó a los captores como el grupo Haqqani, cuyo líder, Sirajuddin Haqqani, es también el segundo al mando de los talibanes en Afganistán.
La inesperada liberación de los rehenes coincidió con un momento de tensión en las relaciones entre ambos países, tras un discurso en el que Trump se mostró muy crítico con Pakistán, el pasado agosto.