Fabiola Campillai, la mujer que perdió la vista por el accionar de Carabineros en medio de las protestas realizadas en noviembre del año pasado, se refirió al resultado del sumario interno realizado por la institución y que dio como resultado la desvinculación de dos funcionarios.

La joven fue categórica al analizar la situación en conversación con CNN Chile, asegurando que “no estamos conformes. Pero sí feliz de que haya una luz de justicia delante de nosotros y que esto se resuelva luego”.

Sobre lo sucedido, Campillai advirtió que “se siente rabia y pena porque ellos no tuvieron corazón. No me ayudaron y pude haber fallecido ahí mismo, de no ser por mis vecinos que me ayudaron y llevaron al médico. Si fuese por ellos (los carabineros), yo hubiese estado ahí botada y hubiese muerto ahí mismo”.

Al ser consultada sobre si desde Carabineros le comunicaron personalmente la resolución, la joven reveló que no fue así, advirtiendo que tampoco está interesada en tener contacto con el Gobierno, pese a que el ministro vocero de Gobierno, Jaime Bellolio, anunció que están dispuestos a tomar contacto con ella y su familia.

“No se han contactado con nosotros nunca como Gobierno (…) pero la verdad es que en este momento nosotros ya no los necesitamos, lo único que le pedimos es que nos ayuden con la justicia porque ellos saben. Con mi familia no necesitamos de ellos. En su tiempo, cuando estuve mal y mi familia igual, ahí sí necesitábamos de ellos y jamás tuvimos su ayuda, ni siquiera una palabra de aliento para mi familia que estaba mal”, sentenció.

Finalmente, pidió que exista justicia por su caso y que no basta con la desvinculación de los funcionarios de Carabineros.

“Justicia sería que los culpables de lo que me pasó estuvieran en la cárcel e hicieran una pena efectiva, no en su casa y con firma ni arresto domiciliario, porque ellos me arruinaron la vida y la de mi familia. Yo creo que no hay forma de reparar esto, pero sí estando presos ellos, nos vamos a asegurar de que no vuelvan a hacer los que hicieron porque son un peligro para la sociedad. Se transforman en unos delincuentes después de que ellos juraran defendernos”, sentenció Campillai.