La aprobación del nuevo proyecto Centro Integral de Gestión de Residuos Industriales (Cigri) en Til Til sigue generado polémica y manifestaciones de parte de los habitantes de la zona, que están cansados de tener en su comuna rellenos sanitarios indeseables.
Vladimir Marianov, investigador del Instituto Sistemas Complejos de Ingeniería (ISCI) y académico de la Escuela de Ingeniería de la Pontificia Universidad Católica de Chile, analiza para La Nación la posibilidad de enviar rellenos sanitarios a otros sectores y pone énfasis en la necesidad de una conciencia recicladora.
“Los planos reguladores en este momento para la Región Metropolitana tienen a Til Til y Lampa como las únicas comunas que pueden tener vertederos. Creo que el tema es empezar a alejarlos más, esto significa un costo más alto de transporte de la basura y residuos industriales, por lo tanto las industrias y nosotros que producimos basura domiciliaria tenemos que empezar a pagar más por la contaminación”, afirmó a La Nación.
Complementa que “no podemos estar rellenando una comuna con molestias por pagar un poco menos, creo que hay que elegir lugares más lejanos”.
No obstante cree que “siempre es mejor invertir más en reciclaje, porque a la larga todos los lugares son más o menos poblados y es difícil encontrar un lugar despoblado”.
El experto también comenta las compensaciones que deberían correr para las personas que se ven afectadas directamente con los rellenos. “Cuando es una industria peligrosa, definitivamente no hay compensación que valga, que se enferme un hijo no hay compensación que sirva”, explica.
Pero “cuando es desagradable es distinto, pero calcular las compensaciones es complicado (…) me parece que construir una sede social no es compensación suficiente”.
Sin embargo, añade, “el problema es que no hay muchos lugares donde reciclar porque las Municipalidades todavía no han implementado un sistema de recolección de basura diferenciada”.
En ese sentido explica que “uno tiene que diferenciar la basura domiciliaria en casa y después llevarla a estos puntos limpios (…) Por eso es más fácil ir y botarla a un vertedero toda junta”.
Vladimir Marianov, investigador del Instituto Sistemas Complejos de Ingeniería (ISCI) y académico de la Escuela de Ingeniería de la Pontificia Universidad Católica de Chile, analiza para La Nación la posibilidad de enviar rellenos sanitarios a otros sectores y pone énfasis en la necesidad de una conciencia recicladora.
“Los planos reguladores en este momento para la Región Metropolitana tienen a Til Til y Lampa como las únicas comunas que pueden tener vertederos. Creo que el tema es empezar a alejarlos más, esto significa un costo más alto de transporte de la basura y residuos industriales, por lo tanto las industrias y nosotros que producimos basura domiciliaria tenemos que empezar a pagar más por la contaminación”, afirmó a La Nación.
Complementa que “no podemos estar rellenando una comuna con molestias por pagar un poco menos, creo que hay que elegir lugares más lejanos”.
No obstante cree que “siempre es mejor invertir más en reciclaje, porque a la larga todos los lugares son más o menos poblados y es difícil encontrar un lugar despoblado”.
El experto también comenta las compensaciones que deberían correr para las personas que se ven afectadas directamente con los rellenos. “Cuando es una industria peligrosa, definitivamente no hay compensación que valga, que se enferme un hijo no hay compensación que sirva”, explica.
Pero “cuando es desagradable es distinto, pero calcular las compensaciones es complicado (…) me parece que construir una sede social no es compensación suficiente”.
LA CONCIENCIA RECICLADORA
La solución a estos problemas para Marianov pasa por tener una conciencia recicladora más desarrollada, la cual “ha ido apareciendo en los chilenos”.Sin embargo, añade, “el problema es que no hay muchos lugares donde reciclar porque las Municipalidades todavía no han implementado un sistema de recolección de basura diferenciada”.
En ese sentido explica que “uno tiene que diferenciar la basura domiciliaria en casa y después llevarla a estos puntos limpios (…) Por eso es más fácil ir y botarla a un vertedero toda junta”.
