Según informa El Desconcierto, la demandante, Evelyn Quezada, informaba a través de un grupo de WhatsApp lo que acontecía en Plaza Baquedano. Pese a que decidió negarse en un inicio, asegura que la directora de fiscalización de la municipalidad, María Ivonne Johansen, le replicó que “tenía que jugármela, demostrar que hacía bien esta pega y que considerara que mi contrato acababa pronto”.
Pero eso no es todo, ya que aseveró que el primer día tuvo que caminar desde la estación Tobalaba del Metro hasta la estatua del general Manuel Baquedano, ubicada al centro de la Plaza Italia, para observar a los vendedores ambulantes, personas en situación de calle y a los manifestantes.
Según explica al medio, la idea era recabar información de “cómo se organizaban, quién era el líder de los encapuchados, para cuándo se programaba la siguiente marcha, la cantidad de vendedores ambulantes, quiénes vendían drogas, si eran estudiantes o no, si eran flaites, si andaban con banderas, si vivían en la calle, todo servía”.
“Yo iba con jeans, el pelo amarrado, me sacaba los aros y jockey. Súper desarreglada, se suponía que así se vestían los encapuchados. Uno de mis compañeros iba con la camiseta del Colo (…) Nos recomendaron hablar medio flaite, con garabatos y mostrando ser chora”, detalló Quezada.
Actualmente, la denuncia por vulneración de derechos fundamentales, despido indirecto y cobro de prestaciones laborales se tramita en el Tribunal del Trabajo de Santiago, y la audiencia preparatoria está programada para el 18 de febrero.