Natalia Améstica, la exmánager de Tirone González, conocido como Canserbero, modificó en el transcurso del miércoles su versión de los hechos, a pesar de haber admitido el crimen hace algunas semanas.
Améstica remitió una carta a sus abogados chilenos, detallando lo que supuestamente sucedió y alegando que su confesión previa fue obtenida bajo coacción.
Según La Tercera, la exmánager describió que todo ocurrió en su domicilio. “Tirone (Canserbero) no dejaba de llorar, se sentía muy mal pero no lograba entender qué sucedía. Hablamos de muchas cosas, algunas sin lógica, otras sí, pero lo crucial es que él no estaba bien”, comenzó explicando.
Posteriormente, mencionó que después de esta conversación, tanto Natalia como Carlos Molner, conocido como Stoperro, se fueron a dormir, mientras que Canserbero permaneció viendo una película.
“Pasadas las 4 o 5 de la mañana escuchamos golpes en la puerta, de esos que casi la derriban, con una voz gruesa llamando a Stoperro, golpeando la puerta con más fuerza. (…) Lo que me despertó fueron dos gritos, uno de guerra y otro ahogado, seguidos de golpes muy fuertes. (…) Me levanté de un salto y corrí a mi baño con el teléfono en la mano, llamé al 911. Después escuché vidrios romperse”, relató la chilena venezolana.
Tras los supuestos ruidos, solicitó ayuda a los vecinos de su edificio. “Fue cuando mi vecina del frente abre la puerta y ve a Carlos tirado. Su esposo la aparta, abre la puerta y yo gritaba: ‘Atacaron a Carlos‘. La señora Flor me toma las manos y me dice, con preocupación en la voz: ‘Mi niña, alguien se lanzó‘. No entendía nada, hasta que me llevó a su balcón y fue cuando vi a Canserbero en el suelo”, añadió.
“Mi cabeza explotó, no sabía qué hacer, pedir el teléfono, llamar a su mamá, a mi familia, a aquellos cuyos números conocía, pero entré en shock y me fui a mi cuarto. Tomé a mi perro en brazos, pero antes ya me habían informado oficialmente que Carlos había fallecido“, expresó.
En relación con lo anterior, los abogados Ciro Colombara y Jenifer Alfaro señalaron que “sin perjuicio de que los hermanos Améstica son inocentes del delito que se les imputa, como ciudadanos chilenos esperamos que el Estado defienda sus derechos en medio de una investigación penal que está violando gravemente el debido proceso y su derecho a la defensa en Venezuela“.