Morales, un indígena amigo de Venezuela y Cuba y en el poder desde 2006, recibió un nuevo aventón del tribunal electoral de Bolivia (TSE) que el fin de semana rechazó 11 impugnaciones contra su candidatura para unas inéditas primarias partidarias fijadas para enero próximo.
Diversos grupos y personas de la oposición demandaron al TSE inhabilitar a Morales del proceso interno de partidos, con el argumento de que un referendo celebrado en 2016 rechazó una nueva candidatura presidencial.
El tribunal electoral, a quienes los opositores le achacan afinidades con el gobierno, arguyó que las demandas no cumplían requisitos legales.
El gobernante aymara, ya sin escollos legales, pisó el acelerador a fondo para las elecciones primarias, al reiterar desde Twitter sobre los beneficios que, según él, se obtuvieron en estos casi 13 años de gobierno de corte estatista y nacionalista.
“Nos hemos organizado políticamente y construimos juntos una nueva #Bolivia, con menos pobreza y más justicia social. Muchas gracias por su apoyo”, dijo el gobernante, quien suele aparecer varias veces al día en la televisión estatal, inaugurando en todo el país obras financiados por el gobierno.
El oficialismo enfatizó en los últimos días su discurso de que nada ni nadie detendrá la candidatura de Morales para el mandato 2020-2025, por lo que podría permanecer en el poder 19 años.
Además, el gobierno insiste en que la candidatura de Morales recibió en noviembre de 2017 la autorización del Tribunal Constitucional que resolvió que era su derecho humano hacerlo.
También recuerda que el presidente Morales revalidó el cargo para los períodos 2010-1015 y 2015-2020 con inusuales votaciones por encima del 50%.
El analista político Carlos Borth señaló a la AFP que “en el plano interno ya no hay nada que pueda detener la candidatura de Evo Morales”, y que lo único que aún se podría esperar es algún pronunciamiento de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) a donde acudieron los opositores contra la reelección.
HUELGAS POR LA CONSTITUCIÓN
En tres de las nueve principales capitales de Bolivia (Santa Cruz, Cochabamba y Tarija) se mantiene en alza el número de huelguistas de hambre, que comenzaron el jueves pasado.“Estamos en el quinto día de huelga, se han sumado varios ciudadanos, estas huelgas son para que el dictador (como llaman a Morales) respete la Constitución y las leyes”, dijo este lunes en rueda de prensa el líder civil de la región de Cochabamba, Juan Flores.
En un primer recuento, se estableció que hasta ahora hay 38 personas que cumplen la medida de protesta, aunque Flores acotó que “se masificará la huelga” en todo el país en los próximos días.
EL ESCENARIO INTERNACIONAL
El exmandatario boliviano y candidato opositor, Carlos Mesa, afirmó que las alertas desde Bolivia sobre la salud de la democracia están llamando la atención de la comunidad internacional, como el expresado hace una semana por una veintena de expresidentes de Latinoamérica.La semana pasada exgobernantes pidieron en una carta pública a la Unión Europea y a la OEA “a mantenerse vigilantes y disponer las medidas preventivas y efectivas necesarias y apropiadas a la ruptura del orden constitucional y democrático ocurrido en Bolivia bajo la presidencia de Evo Morales”.
Entre los firmantes, de acuerdo a un comunicado difundido por el expresidente boliviano Jorge Quiroga, están Oscar Arias (Costa Rica), José María Aznar (España), Fernando de la Rúa (Argentina), Vicente Fox (México), Luis Alberto La Calle (Uruguay) y Andrés Pastrana (Colombia).