Una veintena de jefes de Estado y de gobierno, así como el rey emérito Juan Carlos de España, figuraban entre los asistentes en el acto, para una Unión Europea doblemente en duelo un día después de la muerte de otra gran figura del europeísmo, Simone Veil, primera presidenta del Parlamento Europeo.
El ataúd, cubierto por la bandera europea y transportado por ocho militares, se instaló en un catafalco en el centro del hemiciclo para esta ceremonia sin precedentes en la historia de la Unión Europea (UE).
Ante el féretro, tres coronas de flores: una con los colores de la República Federal de Alemania, otra en nombre de la UE y la tercera, en nombre de su esposa, con la inscripción “In Liebe, deine Maike” (‘Con amor, Maike’).
“Helmut Kohl era un verdadero europeo y un amigo. Europa le debe mucho”, subrayó antes de la ceremonia el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, el único de los dirigentes europeos en funciones que se codeó con Kohl.
HERENCIA ENORME PARA EUROPA
Padre de la reunificación alemana, arquitecto de la ampliación de la UE y heraldo de la amistad franco-alemana, Helmut Kohl falleció el 16 de junio a los 87 años. Fue jefe de gobierno alemán entre 1982 y 1998 y su “herencia para Europa es enorme”, según Juncker.Es la primera vez que la UE organiza un homenaje de este calibre. Kohl fue nombrado, como destacó Juncker, uno de los tres “ciudadanos de honor de Europa”, junto a los franceses Jean Monet y Jacques Delors.
En la ceremonia estaban presentes 17 dirigentes europeos, entre ellos la primera ministra británica, Theresa May. Por parte de España acudieron los expresidentes de gobierno Felipe González y José María Aznar, así como los reyes eméritos Juan Carlos y Sofía.
“Me despido de Helmut Kohl desde la dimensión de la amistad, de la que tenía un gran sentido, unía la confianza a la amistad, rara especie en las relaciones políticas”, dijo Felipe González en su discurso ante el hemiciclo.
“Tenía sentido de la historia y por eso hablaba de una Alemania europea, para no repetir nunca más una Europa alemana. Y tenía sentido social (…) Estamos perdiendo a un gran europeísta. Y yo personalmente tengo el sentimiento de perder a un amigo con el que he compartido momentos históricos decisivos. Para Alemania, para España, para Europa y para el mundo”, añadió el exmandatario.
En el homenaje también estuvieron presentes el italiano Romano Prodi y el portugués José Manuel Durao Barroso, ambos expresidentes de la Comisión Europea y ex primeros ministros de sus países; el presidente francés, Emmanuel Macron, y su antecesor en el cargo, Nicolas Sarkozy.
La canciller alemana, Angela Merkel, siguió la ceremonia desde la primera fila de las bancadas, flanqueada por Macron y por el expresidente estadounidense Bill Clinton.
El presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani; el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk; y Jean-Claude Juncker intervinieron en la ceremonia. También, “a petición de la viuda” de Kohl, lo hicieron Felipe González, Bill Clinton y el primer ministro ruso, Dimitri Medvedev.
Las dos últimas alocuciones las pronunciaron Macron y la canciller Merkel, vestida completamente de negro.
Tras la intervención de Merkel, la orquesta y el coro universitario de Estrasburgo interpretaron el himno alemán, el himno de la UE, antes de concluir el homenaje con la Séptima Sinfonía de Beethoven.
Los restos del excanciller fueron luego trasladados a Spire, en Alemania, donde será inhumado. Su viuda no quiso que se efectuara un funeral nacional.