Científicos chinos reportaron este jueves que es posible, aunque raro, que las mujeres embarazadas que sufran Covid-19 transmitan la infección a sus bebés.
El equipo siguió la evolución de 33 mujeres embarazadas de Wuhan, la ciudad china donde fue identificada por primera vez la enfermedad convertida en pandemia, y encontró que tres bebés estaban infectados con el nuevo coronavirus al nacer (una tasa de 9%, aunque en una muestra muy pequeña).
Informaron de sus hallazgos en la publicación pediátrica de Journal of the American Medical Association (JAMA), donde escribieron: “Por el estricto control infeccioso y los procedimientos preventivos implementados en el parto, es probable que la fuente de SARS-CoV-2 en los tractos respiratorios de los neonatos hayan sido de origen materno”.
SARS-CoV-2 es el nombre técnico del nuevo coronavirus.
Los tres bebés infectados eran varones y nacieron por cesárea, porque sus madres sufrían neumonía asociada a COVID-19.
Además, uno nació prematuramente a las 31 semanas y requirió resucitación.
Los dos bebés nacidos en fecha sufrieron letargo y fiebre, y uno neumonía. Ambos fueron tratados en unidades de cuidados intensivos y dieron negativo para el virus al sexto día de vida.
El prematuro sufrió en tanto neumonía, falta de aliento y sepsis, que eventualmente superó con tratamiento en terapia intensiva que incluyó ventilación, antibióticos y cafeína. Su prueba de coronavirus fue negativa al séptimo día de vida.
Los tres sobrevivieron.
La transmisión de madre a hijo podría ocurrir a través de la placenta o durante el proceso de parto.
“Por ello, es crucial hacer pruebas a las mujeres embarazadas e implementar estrictos controles de prevención de infección, cuarentena de las madres infectadas y monitoreo constante” de los recién nacidos, concluyó el equipo.
El equipo siguió la evolución de 33 mujeres embarazadas de Wuhan, la ciudad china donde fue identificada por primera vez la enfermedad convertida en pandemia, y encontró que tres bebés estaban infectados con el nuevo coronavirus al nacer (una tasa de 9%, aunque en una muestra muy pequeña).
Informaron de sus hallazgos en la publicación pediátrica de Journal of the American Medical Association (JAMA), donde escribieron: “Por el estricto control infeccioso y los procedimientos preventivos implementados en el parto, es probable que la fuente de SARS-CoV-2 en los tractos respiratorios de los neonatos hayan sido de origen materno”.
SARS-CoV-2 es el nombre técnico del nuevo coronavirus.
Los tres bebés infectados eran varones y nacieron por cesárea, porque sus madres sufrían neumonía asociada a COVID-19.
Además, uno nació prematuramente a las 31 semanas y requirió resucitación.
Los dos bebés nacidos en fecha sufrieron letargo y fiebre, y uno neumonía. Ambos fueron tratados en unidades de cuidados intensivos y dieron negativo para el virus al sexto día de vida.
El prematuro sufrió en tanto neumonía, falta de aliento y sepsis, que eventualmente superó con tratamiento en terapia intensiva que incluyó ventilación, antibióticos y cafeína. Su prueba de coronavirus fue negativa al séptimo día de vida.
Los tres sobrevivieron.
La transmisión de madre a hijo podría ocurrir a través de la placenta o durante el proceso de parto.
“Por ello, es crucial hacer pruebas a las mujeres embarazadas e implementar estrictos controles de prevención de infección, cuarentena de las madres infectadas y monitoreo constante” de los recién nacidos, concluyó el equipo.