Estela Ortiz, viuda de José Manuel Parada, víctima en el caso Degollados, interpuso un recurso de protección en contra de Carabineros de Chile, encabezada por el general director Mario Rozas, tras conocerse que la Academia de Ciencias Policiales de la institución llevará el nombre del ex general director Rodolfo Stange.
La acción judicial fue patrocinada por los abogados Nelson Caucoto, Pablo Fuenzalida y Francisco Bustos, y en ella exigen dejar sin efecto el homenaje y que se adopten las medidas para evitar que se repitan hechos similares.
La ex secretaria ejecutiva del Consejo Nacional de la Infancia detalló que en el marco de la investigación del caso Degollados, Carabineros mantuvo una actitud de encubrimiento, y recordó que “uno de los más altos oficiales que ayudó a esconder la verdad fue el entonces subdirector, posterior general director y miembro de la Junta Militar, desde agosto de 1985, Rodolfo Stange”.
En el caso Degollados ocurrido el 30 de marzo de 1985, José Manuel Parada, Manuel Guerrero y Santiago Nattino fueron secuestrados, torturados y asesinados. En este contexto, el ministro Milton Juica denunció a Stange por los delitos de incumplimiento de deberes militares y obstrucción a la justicia por su rol en la indagación de las muertes.
Durante la gestión de Stange –recordó Ortiz- ocurrieron delitos que constituyeron crímenes de lesa humanidad, según ha sido reconocido por el Estado chileno, entre otros, en el Informe de la Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación, así como en el Informe de la Comisión Nacional sobre Prisión Política y Tortura.
“Siento que nos vuelven a golpear a mí, a mis hijos y nietos. Siento impotencia, dolor, rabia e indignación. Nos piden que perdonemos, que demos vuelta la hoja…¿Podemos? Carabineros no ayuda a reconciliar el país ni a honrar a las víctimas de ayer y hoy. Nunca han pedido perdón por sus acciones que han dejado una fisura en nuestra Historia. Lamentablemente, cada cierto tiempo, realizan acciones provocadoras que dividen a Chile”, afirmó Ortiz
Agregó que “somos personas que amamos la vida. Hemos logrado, en estos 35 años, transformar el odio, el horror, dolor y la impotencia que dejó la ausencia de José Manuel, Santiago y Manuel en vida, en acciones por la paz, la justicia y la democracia en Chile”.
“Hoy le pido perdón a mis hijos y a los niños que me han rodeado en la vida. Pensé que 35 años después Chile sería un país digno para todas y todos, pero me equivoqué. Hoy me vuelven a matar un poco”, enfatizó.