Coincidiendo con la campaña del referendo sobre la reelección de Evo Morales, el periodista boliviano Carlos Valverde reveló un presunto escándalo de corrupción que salpicaría al mandatario.
Según las investigaciones del comunicador, Gabriela Zapata, ex pareja del Presidente y madre de uno de sus hijos, habría sido nombrada gerente comercial de la oficina boliviana de la empresa china CAMC Engineering gracias a la influencia de Morales. En el pasado, dicha empresa se adjudicó sin licitación siete obras estatales por un valor superior a 500 millones de dólares.
Al ser confrontado con la investigación periodística, el hombre fuerte de Bolivia admitió su relación con Zapata, pero explicó que el hijo de ambos murió poco tiempo después de haber nacido. Asimismo, rechazó las acusaciones de tráfico de influencia y aseguró que ha perdido todo contacto con la madre de su hijo difunto.
¿Está vivo Fidel Ernesto?
No obstante, la historia no terminó ahí. La sombra de esa relación siguió persiguiendo a Morales. El sábado pasado, una tía de Zapata, Pilar Guzmán, afirmó que el niño está vivo, que tiene entre ocho y nueve años y que vive en La Paz. Fidel Ernesto es el tercer hijo del presidente.
Un día después, Gabriela Zapata fue detenida por supuesto enriquecimiento ilícito y tráfico de influencias a favor de la empresa CAMC Engineering. La Fiscalía alega que se ha evidenciado una actividad económica sospechosa superior a los 10.000 dólares en cuentas bancarias de la ex pareja del Presidente.
Apenas este lunes, el Presidente de Bolivia se pronunció oficialmente al respecto. “Si está con vida, primero es una alegría para mí. Es como una bendición finalmente que esté con vida. Aunque me pregunto por qué desde el 2007 me ocultaron, por qué razones me alejaron, qué intereses hay detrás de este alejamiento”, señaló Morales y añadió que solicitará la custodia del niño.
“La relación de Evo Morales con sus hijos es una página oscura“, dice la politóloga Moira Zuazo a DW. La experta de la oficina boliviana de la Fundación Friedrich Ebert cuenta que las madres de los dos primeros hijos del mandatario se vieron obligadas a acudir a un juez para que el padre los reconociera.
La pregunta sobre si Morales sabía o no que su tercer hijo vive “está impactando fuertemente a la sociedad boliviana, la está conmoviendo de una forma que no hemos visto antes”, afirma la Dra. Zuazo, que incluso habla de la “apertura de una crisis muy seria, profunda”.
La detención de la ex pareja de Morales ha sido “un proceso muy irregular. Hubo audiencia en un juzgado que funcionó el día domingo, lo cual es contra la ley, y no se ha tomado en cuenta su situación de madre, por la cual le hubiera correspondido detención domiciliaria”, explica Zuazo desde Bolivia.
En la última década, la figura presidencial ha fungido como una suerte de “eje articulador, de pegamento de la sociedad”, algo que se estaría rompiendo en Bolivia, opina la politóloga de la Fundación Friedrich Ebert.
“El manejo mediático que está haciendo el Gobierno del tema está teniendo un efecto bumerán. En este momento transparencia respecto a lo sucedido haría mucho bien”, añade.
Por su parte, la doctora Almut Schilling-Vacaflor, del Instituto de Estudios Globales y Regionales GIGA, está convencida de que el presunto escándalo en torno al Presidente boliviano influyó en el resultado del referendo, en el que el voto a favor del No ganó por un estrecho margen de dos puntos porcentuales.
La politóloga alemana cuenta a DW que de antemano hubo una campaña negativa “muy fuerte y muy efectiva” contra Morales. El hecho de que la crítica vaya dirigida ahora contra la persona del presidente, “es un gran cambio en Bolivia. Hasta hace un año, Evo Morales había sido muy exitoso en mantener intacta su imagen positiva”, dice.
“El de Zapata no es un caso aislado”
Ya antes del “caso Zapata”, un escándalo de corrupción del Fondo Indígena que involucró a importantes representantes indígenas y de sindicatos rurales, dañó la imagen del mandatario. Según Schilling-Vacaflor, a raíz del reciente debate mediático han salido a la luz los “déficits” del Gobierno y las “tensiones al interior del MAS”.
“Muchos proyectos estatales ya no son sacados a concurso públicamente, sino adjudicados directamente por el partido gobernante. El de Zapata no es un caso aislado”, sostiene. Además, ha surgido la pregunta sobre la transparencia en el manejo de los fondos públicos, agrega.
¿Qué consecuencias tendrá el presunto escándalo para el Presidente? Si bien “la balanza se ha inclinado un poco más hacia el lado negativo”, Evo Morales sigue gozando de mucha simpatía, gracias a los logros de su Gobierno, opina Schilling-Vacaflor.
La sociedad boliviana seguirá exigiendo respuestas. Para empezar, se deberá aclarar si Fidel Ernesto está vivo o no.
AUTOR: Samuel Romo
FUENTE: Deutsche Welle