El secretario ejecutivo de la Convención Constitucional, Francisco Encina, puso su cargo a disposición del Ministerio de la Secretaría General de la Presidencia tras la frustrada sesión de la Convención este lunes y el bochorno del Gobierno.
El Gobierno estableció, por ahora, la prioridad de solucionar los problemas técnicos de la Convención, con el objetivo de que los constituyentes puedan sesionar en el ex Congreso de Santiago este miércoles. Asimismo, enfatizaron que la acción de Encina “no constituye una renuncia”.
Según publicó La Tercera, este lunes en la noche algunas fuentes de gobierno comentaban que la molestia de Piñera era también con el titular de la Segpres, Juan José Ossa, porque es la autoridad a quien le encargó -por ley- la organización de la Convención Constitucional. Una versión que otros en Palacio descartan, asegurando que la molestia es sobre todo con Encina.
La primera sesión estaba fijada para comenzar este lunes a las 15 horas, pero los constituyentes no pudieron comenzar su trabajo dados los problemas técnicos y de índole sanitaria.
Encina aún no emite declaraciones y continúa con el mismo hermetismo de la mañana de este martes, cuando salió del ex Congreso sin emitir ninguna declaración.
En la oportunidad, pasó de largo por la línea de periodistas que lo esperaban para consultar por la situación y los pasos a seguir en medio de la polémica.