Cerca de 100 mujeres alumnas de la Universidad Católica, se tomaron este viernes la casa central del plantel, ubicada en Alameda con Portugal, enarbolando las exigencias del movimiento feminista similares a las que se expresan en otras casas de estudios superiores.
Según informó Carabineros, la toma se desarrolla desde las 07:00 horas y el recinto se encuentra cerrado con candados y mobiliario, sillas principalmente, bloqueando los accesos.
Daniela Pinto, una de las voceras de la ocupación, informó que el motivo de la toma es la “falta de respuesta del rector de las exigencias que tenemos con respecto a la política de acoso sexual”.
Agregó que dentro del petitorio se incluye “el tema del aborto en tres causales, específicamente la objeción de conciencia de la institución. También estamos apelando por nuestros trabajadores y trabajadoras subcontratados que viven en precarias condiciones día a día”.
Hasta el momento, la rectoría no ha solicitado el desalojo, pero fueron las propias estudiantes que no están de acuerdo con la acción las que se apostaron allí para señalarles que la medida no es representativa de todas las jóvenes de la UC.
De hecho hubo un fuerte altercado verbal entre las dirigentes de la toma y algunas alumnas que les exigieron deponerla para poder ingresar al plantel a sus clases y rendir sus pruebas, alegando que no es toda la universidad la que apoya este tipo de movilizaciones.
Una de ellas dijo ser consejera estudiantil y que no se les avisó de esta situación con antelación.
Según informó Carabineros, la toma se desarrolla desde las 07:00 horas y el recinto se encuentra cerrado con candados y mobiliario, sillas principalmente, bloqueando los accesos.
Daniela Pinto, una de las voceras de la ocupación, informó que el motivo de la toma es la “falta de respuesta del rector de las exigencias que tenemos con respecto a la política de acoso sexual”.
Agregó que dentro del petitorio se incluye “el tema del aborto en tres causales, específicamente la objeción de conciencia de la institución. También estamos apelando por nuestros trabajadores y trabajadoras subcontratados que viven en precarias condiciones día a día”.
Hasta el momento, la rectoría no ha solicitado el desalojo, pero fueron las propias estudiantes que no están de acuerdo con la acción las que se apostaron allí para señalarles que la medida no es representativa de todas las jóvenes de la UC.
De hecho hubo un fuerte altercado verbal entre las dirigentes de la toma y algunas alumnas que les exigieron deponerla para poder ingresar al plantel a sus clases y rendir sus pruebas, alegando que no es toda la universidad la que apoya este tipo de movilizaciones.
Una de ellas dijo ser consejera estudiantil y que no se les avisó de esta situación con antelación.
