El empresario Carlos Estrada, chileno y nacionalizado estadounidense, siguió atento, en su casa de Boca Ratón, Florida, los resultados de las elecciones presidenciales en las que se enfrentaron Donald Trump, candidato republicano y expresidente del país, y Kamala Harris, aspirante demócrata y actual vicepresidenta.

Cerca de las dos de la madrugada de este miércoles, apagó la televisión y se durmió pensando en que los resultados serían tan reñidos que no se sabría con prontitud quién había ganado los comicios. También especulaba que podrían dar una sorpresa de última hora.

Estrada, oriundo de la comuna de San Bernardo, en la Región Metropolitana, está radicado desde 2009 en Boca Ratón, ubicada en la Costa Dorada al sureste de Florida, conocida como “la ciudad para todas las estaciones” por su clima soleado durante todo el año.

Admite, en conversación con el diario La Nación, que nunca proyectó el amplio triunfo del magnate.  Los estados bisagra jugaron un rol clave, al igual que el voto latino, apunta.

El empresario cree que los temas que influyeron en el resultado de la elección fueron la economía y la migración.

“Si las personas no pueden ir a comprar alimentos a precios baratos, las materias que se relacionan con derechos pasan a ser secundarios”, señala.

Donald Trump es un empresario y eso –remarca-le da esperanza a los ciudadanos, “porque saben que se la juega para sacar adelante al país. Cuando estábamos en la pandemia de Covid él obligó a la gente a salir a trabajar, aunque arreciaron las críticas”.

En el caso de la migración –añade-es otro eje que movió las agujas de los comicios. “Durante la campaña aseguró que iba a expulsar a los migrantes en situación irregular porque, según él, ‘envenenan la sangre’ del país. Prometió reconquistar las ciudades tomadas, según él por migrantes, y sellar la frontera con México para asegurarse de que no entren más sin visa”, indica.

LA IMPORTANCIA DE FLORIDA

Carlos Estrada recuerda que los  29 votos electorales que representa ganar el estado de Florida son fundamentales para cualquier candidato.

Según Infobae, Florida ha votado por el mismo candidato que terminó quedándose con la Casa Blanca en cada elección desde 1996 y desde 1924 sólo en dos ocasiones votó por un candidato que terminó sin conseguir los 270 votos electorales de la victoria. En ambos casos, se trató de candidatos demócratas que lograron la presidencia sin Florida. Es decir, el fenómeno de depender en parte de Florida no es un hecho que sólo afecta a Donald Trump sino que fue un factor para todos sus predecesores republicanos.