El gobierno japonés decretó una alarma sin precedentes luego del reciente sismo 7,1 registrado el 8 de agosto en el sur de la isla de Kyushu. En concreto, la alerta se basa en la posibilidad de un “megaterrermoto” en la fosa de Nankai, reconocida por su alto nivel sísmico.
El primer ministro japonés, Fumio Kishida, decidió cancelar este viernes su viaje previsto para el 9 y 12 de agosto a Kazajistán, Uzbekistán y Mongolia para supervisar la situación en el país. A través de una rueda de prensa, Kishida sostuvo: “La Agencia Meteorológica de Japón (JMA) ha emitido una alerta ante un posible terremoto a gran escala en la fosa de Nankai y ha pedido a la población que reafirme su preparación”.
“Como primer ministro y responsable máximo en casos de riesgo, he tomado la decisión de quedarme en Japón al menos durante el periodo de una semana que contempla la JMA, para tomar medidas al frente del Gobierno y compartir información”, sostuvo.
La entidad emitió el aviso este jueves y corresponde a la primera advertencia de este tipo. De acuerdo con los reportes preliminares, el potencial terremoto podría alcanzar una magnitud de hasta 9,1, desencadenando tsunamis a lo largo de la costa del Pacífico, afectando desde Kanto hasta Okinawa, según recogió ADN.
Pese a que no se ha obligado a la población a evacuar sus hogares, las autoridades hicieron un llamado a estar preparados y seguir las recomendaciones de seguridad.