La candidata presidencial peruana Keiko Fujimori pidió el miércoles que 802 actas de votación sean anuladas, lo que representan unos 200.000 votos, luego que acusara de irregularidades y “fraude en mesa” en las elecciones del pasado domingo.
Sus acusaciones se dan cuando se registra una ajustada definición entre ella y el izquierdista Pedro Castillo.
La hija de Alberto Fujirmori, que va camino de perder la votación por unos 71.000 votos de diferencia frente a Castillo, solicitó al Jurado Nacional de Elecciones (JNE) una revisión de 1.200 actas observadas (en realidad 827), cuando solo un 1% de los votos por contabilizar.
“Estas 802 actas representan 200.000 votos, que cuando sean admitidas deben ser retiradas del recuento nacional”, afirmó Fujimori.
Con el 99% de los votos contados, Castillo tiene de momento el 50,2% de las preferencias frente al 49,79% de la derechista Fujimori, separados por un estrecho margen de unos 71.000 votos que sitúan al profesor y exlíder sindical del gremio muy cerca de la Presidencia.
La postulante de derecha, en una rueda de prensa, afirmó que el equipo legal de su partido, Fuerza Popular, está haciendo seguimiento a todo el proceso de observación de 1.200 actas y confía en que “sean contabilizadas en el recuento final”, a pesar de que el número de actas bajo ese estatus son sólo 827 en este momento.
“Si sumamos las 802 mesas en las que se han presentado solicitudes de nulidad, que representan unos 200.000 votos y agregamos 300.000 votos (de las actas observadas), todavía están en juego 500.000 votos, a nivel nacional, que creemos es fundamental se analicen para el recuento final”, manifestó Keiko Fujimori.