Cuando era niña y hacía ejercicios de matemática, Andrea Pinto (a la izquierda en la foto) sentía que estaba jugando. No había nada que le causara más alegría que resolver los acertijos que le presentaban los números. Se daba cuenta que se abría ante ella un aprendizaje maravilloso.
Años más tarde, cuando hacía clases de matemática en el Colegio Alicante del Rosal, de Maipú, le gustaba enseñarle a sus alumnos, a través de relatos lúdicos, que los números estaban en todas partes, que estaban ligados a la historia de la humanidad, al lenguaje, al arte, y que no había que temerles. La docente es Licenciada en Educación Matemática y Computación de la Universidad de Santiago con un Magíster en Educación Matemática.
La hoy académica de la Usach– realiza las cátedras de cálculo, álgebra, álgebra lineal y ecuaciones diferenciales- acaba de lanzar el libro “El viaje del Uno” (Editorial Universidad de Santiago de Chile), de 68 páginas, con ilustraciones de Nacha Márquez (a la derecha en la foto). Esta obra de divulgación científica para niños, niñas y adolescentes ganó el Fondo VIME 2021.
“Gracias a ellos aprendimos a contar, a ver la hora y a resolver complejos problemas matemáticos, pero lo más importante es que gracias al Uno y a sus amigos comprendimos algo aún más grande: cómo vivir en este planeta”, reza el libro en su contratapa.
ESBRIBIR DURANTE LA PANDEMIA
En el 2020, cuando el mundo y Chile se adentraban en la oscuridad de la pandemia, Andrea Pinto –casada y madre de dos hijos-sintió muy fuerte que había llegado la hora de escribir su experiencia, cuenta en entrevista con el diario La Nación.
Debía-señala- plasmar en un libro, de manera sencilla, la evolución que han tenido los números, que han acompañado a la humanidad desde la aparición del primer ser humano hasta las grandes civilizaciones.
Estudió y se interiorizó acerca de cómo debía escribir un libro álbum. Durante seis meses trabajó sin levantar cabeza en su proyecto. Cuando terminó de escribir la última línea se puso a buscar una ilustradora que empatizara con lo que ella quería transmitir.
Entrevistó a varias profesionales y seleccionó a Nacha Márquez, ilustradora independiente que vive en Puerto Varas, porque percibió que la joven, desde el primer momento, se había comprometido con la iniciativa desde el corazón.
El trabajo fue arduo y en noviembre del año pasado lo terminaron. Luego vendría la etapa de corregir y la impresión.
NO ERAN SU MEJOR RAMO
Nacha Márquez relata que su fuente de inspiración para darle vida a este libro con las historias del Uno tiene relación con sus años escolares, en los que las matemáticas no eran su mejor ramo, pero siempre sintió fascinación por su existencia.
“Gracias a los números existe la tecnología, podemos conectarnos con el mundo, predecir el futuro e incluso viajar fuera del planeta”, dice.
La ilustradora relata a La Nación que “trabajar en este libro fue una experiencia maravillosa. Se realizó durante la pandemia, por lo cual reunirnos de manera presencial fue muy difícil. Pero la distancia no fue un problema para generar cercanía y una gran amistad”.
“Juntas tomamos esta inmensa historia y viajamos junto a nuestro querido Uno por el espacio y tiempo. Esperamos que este libro sea una puerta para las futuras generaciones, creadoras e investigadoras de ciencia”, apunta.
“CONVIVE CON NUESTRA VIDA COTIDIANA”
Andrea Pinto añade que “socialmente está permitido decir que la matemática es difícil”, pero cuando los niños descubren que esta se encuentra en todo lo que nos rodea “se genera un interés real por ella”.
La autora admite que fueron sus estudiantes los que la inspiraron a escribir estas páginas ya que su mayor deseo es que toda niña y todo niño sienta que puede aprender matemática.
“A la humanidad le ha costado siglos formar el conocimiento actual que existe sobre las matemáticas y esta es una ciencia que convive con nuestra vida cotidiana aunque no nos demos cuenta, forma parte de todos nosotros”, remarca.