El Kremlin criticó este miércoles el software de videoconferencias estadounidense Zoom, acusado de limitar el acceso al sector público ruso, y pidió el desarrollo de soluciones alternativas locales.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, declaró que “las instituciones públicas rusas y las instituciones de educación superior no tienen la posibilidad de prorrogar sus contratos” con la empresa y expresó “pesar e incomprensión”.
“Tenemos que pasar a las alternativas. Existen. Nuestros operadores de plataformas similares tendrán que aplicarse y presentar opciones que complementen sus servicios”, dijo.
El diario ruso Kommersant informó este miércoles que había leído una carta en la que Zoom presuntamente había retirado a su distribuidor ruso el derecho a vender su software a las agencias gubernamentales y sus entidades vinculadas.
La autenticidad del documento fue confirmada en el periódico por Andrei Petrenko, jefe de este distribuidor, RightConf, precisando que los contratos existentes continuarían y que la medida se aplicaba a los países de la Comunidad de Estados Independientes, que agrupa a la mayoría de las exrepúblicas soviéticas.
“Si Zoom toma tal decisión (…), entonces es posible bloquear este servicio en el territorio de nuestro país como medida recíproca y simétrica”, afirmó Alexandre Bachkine, miembro del Consejo de la Federación, cámara alta del Parlamento, citado por la agencia de noticias Ria.
Según varios expertos citados en la prensa rusa, Zoom pudo decidir limitar sus operaciones en Rusia por miedo a verse afectado por las sanciones estadounidenses contra Moscú.