El lanzamiento se enmarca en un contexto de alza de precios en todas las categorías de teléfonos inteligentes. La consultora GFK calculó que el precio medio ha aumentado un 7% a nivel mundial en el primer semestre del año, en una nota publicada este mes al término del IFA de Berlín, la principal feria europea de electrónica de consumo.
Pero, presentando su iPhone X a un precio que puede llegar a alcanzar los 1.400 euros (1.650 dólares) en Europa, Apple se situó muy por encima de sus competidores, pues el precio medio de un teléfono inteligente nuevo, a escala mundial, es de 278 euros, según GFK.
El precio podría explicarse por la necesidad de Apple de “reafirmar su posicionamiento en la alta gama, frente a la subida del conjunto del sector” y la reducción de sus cuotas de mercado, según Jean-Charles Ferreri, responsable de telecomunicaciones en Monitor Deloitte.
“El precio está en la misma línea del de los otros teléfonos de esta gama, el Samsung Galaxy Note 8 se sitúa en la misma horquilla”, agrega Roberta Cozza, directora de investigación en Gartner. “Pero la cuestión es saber si los consumidores creerán que merece la pena”.
Para justificar el precio, los defensores de Apple subrayan la importante investigación necesaria para poner a punto cualquier nuevo aparato, y el iPhone X, con su sistema de reconocimiento facial, inteligencia artificial e integración de la realidad aumentada lleva muchas innovaciones.
Una opinión que comparte el gabinete BMI Research que, en una nota, consideró que “más que los iPhones”, lo que tendrá un “verdadero impacto” será el nuevo sistema operativo iOS11 “porque incluye la realidad aumentada”. “Creemos que la realidad aumentada será el principal elemento diferenciador para Apple”.
¿Suficiente para justificar la inflación del precio de venta? No necesariamente, pues la versión 11 del iOS se podrá descargar en todos los productos compatibles de la marca.
“Hablamos de un alza del 40% para el modelo más caro, eso no puede estar relacionado con la investigación y el desarrollo. Hay una falta de correlación entre el precio y el aporte de nuevas funciones”, juzga Stéphane Dubreuil, presidente de Stallych Consulting.
“LOS CÓDIGOS DEL LUJO”
Los expertos también apuntan que el iPhone X incluye componentes caros que podrían agotarse, como la pantalla OLED, lo que lleva a Apple a aceptar comprarlas a un alto precio para evitar malas sorpresas.“Hay escasez de algunos componentes, de algunas materias primas que son sensibles a los cambios geopolíticos, así que los constructores intentan asegurarse de que dispondrán de las piezas necesarias”, confirma Stéphane Dubreuil.
Es, como mínimo, la apuesta de un grupo que siempre ha asumido la posibilidad de perder partes de mercado mientras mantenga, o incluso aumente, su margen comercial: el de Apple supera en 20 puntos los de la mayor parte de sus competidores.
“El margen [comercial] del mercado de los móviles está muy concentrado por Apple, cuyo margen es muy superior al 50%. Es algo considerable”, insiste Ferreri.
Y, según Roberta Cozza, esto tampoco debería disuadir a los consumidores potenciales, pues los operadores suelen proponer un fraccionamiento del pago del celular equivalente al tiempo que dura el contrato con la compañía.
“En este tipo de casos, uno tendrá que pagar 15 dólares más cada mes”, señala, destacando que “esta categoría de ‘teléfonos superinteligentes’ está enfocada a las personas que compran tanto un dispositivo como una marca”.
“Siempre habrá gente dispuesta a dedicar un salario mínimo en este tipo de dispositivo. Apple no se rige por los códigos de la tecnología sino por los del lujo y la moda. Muchos tienen una fijación irracional por este objeto, que contiene toda nuestra vida”, recalca Stéphane Dubreuil.