El publicista Christopher Ibaceta dice que cuando se le ocurrió crear una página de Facebook donde se le rinde culto a las chalas más usadas históricamente por el chileno más transversal, nunca pensó que iba a estar convocando una verdadera sociedad de apreciación de las sandalias Zico.

Junto a Cristián Pacheco, un compañero de la carrera en el Inacap, se autodenominaron los community managers de la marca como parte de la broma, sin conocer siquiera el origen de la marca, su representación ni que tantos chilenos iban a rememorar sus mejores paseos a la playa, las duchas del colegio y hasta los castigos en que la mamá republicana utiliza hasta la fecha este tipo de calzado.


“El fanpage de Zico Sandals, es por supuesto una parodia, pero el objetivo siempre fue de darle el sitial que se merece a la marca”, dice Ibaceta. “Vimos un gran potencial sin explotar por parte de la marca, y la idea que nació como broma y una oportunidad de probar nuestros poderes de publicistas para hacer parecer una marca tan humilde como una marca corporativa, como las que llevan las grandes agencias de publicidad (con concursos, community managers a cargo de las redes sociales, diseñadores a cargo de las gráficas, etc). A poco andar se convirtió en una reivindicación de una marca a la que la gente le tiene mucho cariño. Algo muy presente en el inconsciente colectivo”, agrega.

“Creemos que de alguna manera refleja elementos propios de la idiosincrasia chilena como lo son la humildad y lo aperrado. También quisimos otorgarle una personalidad a la marca, cosa que hemos estado logrando mediante este personaje gracioso, cariñoso que es la opinión del “Tío Zico” que es la cara visible de las sandalias para sus seguidores en las redes sociales”, cuenta el improvisado gestor de comunidades.



Sobre esta vinculación o insight, como se le llama en la jerga mercadotécnica, los publicistas coinciden en que el fenómeno suele darse más en los sectores medios. “Todos hemos tenido o por lo menos hemos visto alguna vez unas chalas Zico. Además de eso si analizamos el producto en sí, resulta bastante recordable, gracias a su color y el material, incluso por esto mismo basta con mostrar una chala azul parecida -sin necesidad de mostrar la marca- y la gente ya se imagina una chala Zico”, reflexiona el publicista sobre una reacción emotiva sin fronteras.

Hasta ahora el feedback de usuarios de chalas Zico ha llegado desde latitudes como Turquía, China, México y Corea entre otras. Hasta ahora los fans del sitio son más de 18 mil personas que participan periódicamente de consursos para ganar un par de chalas, jactarse de sus modelos de sandalias en la ducha del gimnasio o para recordar curiosas memorias como las veces que sus madres cambiaron los correazos por otro infalible castigo.

“La gente recuerda los “chalazos maternos” propinados con las chalas Zico por lo mismo que te mencionaba anteriormente. Por lo menos una vez en su infancia -donde creo que las Zico eran más fáciles de encontrar que ahora- ha habido una chala Zico en su casa, y para qué estamos con cosas ¿A quién no le han dado unos buenos chalazos correctivos? Creo que eso también es algo que une a generaciones”, sintetiza.

Actualmente, el publicista aconseja encontrar la prenda principalmente en las ferias libres, y algunas tiendas de calzado y carritos del centro de Santiago. “Ojo que no siempre están presentes ya que su oferta es estacional. Es por eso que encontrar alguna chala Zico, resulta hoy un gran hallazgo para la gente, otro factor que también genera este gran cariño que se le tienen”.