De acuerdo con los datos de esta misma, en los últimos seis años la venta del producto se ha duplicado. Esto se debe, en parte, a que los chilenos han incorporado tendencias de consumo de países desarrollados como la preocupación por una mejor calidad de vida y, en especial, la consideración por la salud y el bienestar de los animales de granja en toda la cadena de suministros.
En esta categoría destaca principalmente la marca “La Granja, Gallinas libres”, que concentra más del 57% de la venta que se comercializa en los supermercados. Esta empresa mantiene una especial preocupación por alinear sus procesos con las recomendaciones de bienestar animal emanadas por la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), además de la incorporación de altos estándares de calidad, bioseguridad e inocuidad alimentaria.
“En La Granja Gallinas Libres nuestra principal preocupación es entregar un producto rico y saludable, poniendo el acento en el bienestar y confort de nuestras aves. De la misma manera, incorporamos estrictos controles de calidad y bioseguridad para ofrecer un producto sano, nutritivo y seguro para toda la familia”, comentó el subgerente comercial de la empresa, Sebastián Castro.
DATOS CLAVES SOBRE LOS BENEFICIOS DEL HUEVO
El consumo de huevo tiene unas credenciales fundamentales para la salud de las personas. Según un estudio de la BBC, no se debe olvidar que tanto las claras como las yemas son ricas en nutrientes esenciales para el desarrollo humano. Además, es un ingrediente versátil y de gran presencia en la gastronomía mundial, pues su constitución química actúa como aglutinante en múltiples recetas.Los huevos son una buena fuente de proteína de bajo costo y de excelente calidad. Más de la mitad de la proteína de un huevo se encuentra en la clara, junto con la vitamina B2. Además, contienen altas concentraciones de vitamina D, B6, B12 y minerales como el zinc, hierro y cobre. Las yemas, en tanto, contienen vitaminas A, D, E y K solubles en grasa y lecitina, el compuesto que hace posible que se emulsionen salsas como la holandesa o la mayonesa. También contienen ocho ácidos grasos esenciales, es decir, los que no podemos sintetizar en nuestro cuerpo y debemos obtener a través de la dieta.