“Algunos jeroglíficos y los estudios iniciales sobre los fragmentos del coloso revelan que pertenecía al rey Psametik I”, aseguró el Ministerio en un comunicado en el que advirtió de que, de momento, se trata de una hipótesis.
La nota precisa que en la espalda del torso se preserva uno de los cinco nombres con los que se conocía al rey Psametik I.
Agrega que la estatua, cuyo tamaño original era de 9 metros de altura, fue esculpida en cuarcita de la cantera de Al Yebel al Ahmar.
Los dos fragmentos fueron hallados por una misión germano-egipcia, el pasado 7 de marzo, a dos metros de profundidad, en una zona con aguas subterráneas en el popular barrio de Al Matariya, donde se ubicaba la antigua ciudad de Heliópolis.
Los restos de este coloso fueron encontrados junto a los de otra estatua del faraón Seti II (1200-1194 a.C.), nieto de Ramsés II (1279-1213 a.C.).
El pasado septiembre, arqueólogos egipcios y alemanes descubrieron en esta zona bloques y fragmentos de estatuas que apuntaban a la existencia de un templo del faraón Ramses II, a los que pertenecerían los restos encontrados.
En esta zona se encontraba el templo de Heliopolis, dios del Sol, uno de los mayores de Egipto, del que quedaron muy pocos vestigios ya que sus bloques y obeliscos fueron saqueados desde la época del Imperio Romano y durante las sucesivas dinastías musulmanas para construir edificios en las antiguas Roma, Alejandría y El Cairo.