Para huir del fuerte calor que se espera el próximo verano boreal en Tokio durante los Juegos Olímpicos, el Comité Olímpico Internacional (COI) prevé trasladar las pruebas de maratón y de marcha al norte del país, en Sapporo, sede de los Juegos de Invierno-1972.
¿Ha pesado el espectáculo de los Mundiales de Doha? Bajo un calor sofocante, acompañado de una elevada tasa de humedad, como la que espera a los deportistas el próximo verano en Japón, y pese a empezar en plena noche, muchos de los participantes en la prueba de 50 km marcha abandonaron.
Para evitar las mismas imágenes, el COI anunció que contemplaba trasladar el maratón y las pruebas de marcha de Tokio a Sapporo, en el norte de Japón, para “proteger a los atletas” del fuerte calor previsto.
Las temperaturas en la capital japonesa durante los días que se disputarán los JO (24 julio-9 agosto) deberían sobrepasar fácilmente los 30 grados, con una tasa de humedad muy elevada. Las condiciones serán más agradables en Sapporo, 800 km al norte de Tokio, donde las temperaturas en las semanas de los Juegos son “de cinco a seis grados centígrados más frescas que en Tokio”.
“Hemos trabajado en estrecha colaboración con el COI y los organizadores de Tokio-2020 (…) en relación con la proposición de trasladar a Sapporo (estas) pruebas”, declaró Sebastian Coe, presidente de la Federación Internacional de Atletismo (IAAF), citado en el comunicado.
“En todos los grandes eventos es esencial dar a los atletas las mejores condiciones para su rendimiento”, añadió, en un momento en que la elección de Doha para los Mundiales de atletismo reciben numerosas críticas.
La forma de asegurar el traslado del maratón y la marcha “se discutirá con todas las partes interesadas”, especialmente la ciudad de Tokio, la IAAF y los poseedores de los derechos de emisión, explicó el COI.
La comisión de coordinación del COI para Tokio-2020 dedicará una sesión especial, en su reunión del 30 de octubre al 1 de noviembre en la capital nipona, a las medidas para luchar contra el calor.
“Amplio abanico de medidas”
Este proyecto forma parte de un “amplio abanico de medidas” tomadas de ahora en adelante por el comité de organización.
De esta manera, en atletismo, las carreras de 5.000 m y de distancias más largas se programarán por la noche y no por la mañana, detalló el COI. En rugby a siete, todos los partidos programados por la mañana deberán finalizar antes de mediodía y en ciclismo, la hora de inicio de las pruebas de mountain bike se retrasará hasta las 15h00 locales.
Los organizadores japoneses se esfuerzan en dar con más medidas, con una eficacia dispar: pulverizadores gigantes y ‘nieve’ artificial arrojada sobre el público.
Pero los test que han tenido lugar este verano boreal no han hecho sino aumentar la preocupación. A mediados de agosto, la triatleta francesa Cassandre Beaugrand tuvo que ser hospitalizada por una insolación.
Una docena de personas también sufrió molestias en una carrera de remo.
“Nunca he visto una ciudad tan bien preparada a un año de los Juegos Olímpicos”, afirmó sin embargo en octubre Thomas Bach, presidente del COI.
La última vez que Tokio acogió los JO de verano, en 1964, el evento tuvo lugar en octubre, precisamente para evitar el calor.
En su dosier de candidatura, la metrópolis japonesa sostenía que el periodo previsto de la competición “ofrece a los atletas un clima ideal y propicio para las mejores actuaciones”, con “temperaturas suaves”.
No obstante, durante los últimos años, y también este verano boreal, la urbe ha afrontado olas de temperaturas récord y casos frecuentes de golpes de calor, en ocasiones mortales, aumentando la preocupación por los deportistas y los espectadores.