El último capítulo de la temporada 7 de Game of Thrones ha sido el más corto de la serie hasta el momento, pero a su vez uno de los más impactantes.
En el episodio tuvo lugar el esperado reencuentro entre Arya y sus hermanos Bran y Sansa, tras haber tomado caminos separados durante la primera temporada de la serie. De vuelta en Invernalia, la menor de los Stark pudo darse cuenta de las habilidades de su hermano, luego de que el denominado “Cuervo de Tres Ojos” hiciera referencia a la lista de Arya y a su idea de ir a Desembarco del Rey a matar a Cersei.
También pudimos ver a la menor de las hermanas Stark luciéndose con el manejo de la espada nada menos que frente a Brienne de Tarth, a quien complicó en una improvisada práctica en la que demostró sus dotes aprendidos en su largo exilio.
Otro reencuentro, menos feliz que el anterior, fue el de Theon Greyjoy con Jon Snow en Rocadragón, donde el Rey del Norte le advirtió a Theon que su ayuda a Sansa para huir de las manos de Ramsey es la única razón por la que no lo mataría.
A su vez, el hijo bastardo de Ned Stark tras explorar la montaña de la cual explotará el vidriagón se encontró con unos dibujos en las paredes de las cavernas interiores relizadas por los Niños del Bosque en la época de los Primeros Hombres, con los cuales convenció a la Madre de los Dragones a ayudarlo en su lucha contra los Caminantes Blancos, lo que ella aceptó siempre con la condición de que Jon incline su rodilla ante ella.
Pero sin duda el episodio estuvo marcado por el ataque de los Dothraki junto con Daenerys y uno de sus dragones al ejército de los Lannister. La heredera de los Targaryen se aburrió de los planes ingeniosos y se decidió a utilizar todo su poderío bélico para de una vez por todas lograr su cometido.
Mientras Jamie se dirigía a Desembarco del Rey con el oro para pagar la deuda de su familia con el Banco de Hierro, el ejército de los Dothraki irrumpió liderado por Daenerys volando sobre Drogon, iniciando una de las batallas más impactantes que se han visto hasta el momento.
Lanzando fuego sobre las riquezas robadas por los Lannister de Alto Jardín, Daenerys terminó con la ilusión de Cersei de pagar la deuda con el Banco de Hierro, al mismo tiempo que terminó con gran parte del ejército liderado por Jaimie al quemar vivos a sus hombres.
Sin embargo Drogon no logró salir ileso de su primera batalla, luego de que Bronn le disparara una lanza con el arma inventada por el maestre Qyburn que logró herir al dragón de Daenerys.
El capitulo terminó con Jaimie siendo salvado por Bronn, luego de que este último se dirigiera a atacar a la hija del Rey Loco y Drogon le lanzara fuego para detenerlo. El final queda abierto y habrá que esperar al próximo domingo para saber si efectivamente Jaimie se salvó o si los esfuerzos de su amigo no fueron suficientes.
