“Se ha dispuesto una investigación que debiera estar terminada en el transcurso de la próxima semana” para aclarar la brutal agresión física y sexual de la que fue víctima un soldado conscripto de la Brigada Motorizada Nº1 de Calama, por parte de ocho de sus compañeros.
Ese fue el anuncio que realizó este viernes el comandante en jefe del Ejército, Ricardo Martínez, quien junto con expresar su total condena a este hecho al interior de una unidad de la institución en la Región de Antofagasta y que mantiene internado al joven de 18 años en el hospital Carlos Cisternas.
“El Ejército de Chile rechaza categóricamente la situación producida en la brigada de Calama. Por tal razón, se ha dispuesto que el comandante en jefe de la primera división, general de brigada Rafael Fuenzalida, se dirija durante el día de hoy a esa ciudad, con el fin de tomar contacto con el soldado conscripto y con los familiares”, afirmó la autoridad castrense.
Junto a ello, reitero que en dicha indagatoria, el oficial “tiene todas las atribuciones disciplinarias, administrativas y legales para tomar la resolución que estime conveniente”.
En cuanto a los ocho soldados involucrados, directa e indirectamente en el hecho, Martínez insistió en que “han sido expulsados del Ejército y puestos a disposición del fiscal militar correspondiente. Ellos están confesos y en este minuto han sido detenidos en la brigada Calama e incomunicados”.
Posteriormente, y dirigiéndose a las familias de todos los jóvenes que hoy en día cumplen su servicio militar, los llamó a sentir el apoyo del Ejército, aclarando que este era un suceso “excepcional e irregular”.
En cuanto a las motivaciones que dieron origen al violento ataque, la máxima autoridad del Ejército indicó que, si bien existen antecedentes de rencillas entre los implicados, esos antecedentes serán parte de las pericias que ya se llevan en curso.
A su vez, el ministro de Defensa, Alberto Espina, indicó que “no hay razón alguna que justifique un acto criminal como es que ocho conscriptos golpeen brutalmente a otro e, incluso, lo puedan agredir sexualmente”.
Detalló que a principios de este año fueron 12 mil los jóvenes que ingresaron a las filas del Ejército, 1.700 mujeres en esta cifra, “y nuestro deber es protegerlos con las exigencias que requiere la carrera militar”.
Por lo tanto, expresó que “todas las familias cuyos hijos, hombres o mujeres, que pertenezcan a las Fuerzas Armadas, deben tener la seguridad que se van a realizar siempre, en forma preventiva y -posteriormente- sancionando duramente, cualquier acto que signifique vulnerar la dignidad y los derechos de quienes integran el Ejército de Chile”.
Ese fue el anuncio que realizó este viernes el comandante en jefe del Ejército, Ricardo Martínez, quien junto con expresar su total condena a este hecho al interior de una unidad de la institución en la Región de Antofagasta y que mantiene internado al joven de 18 años en el hospital Carlos Cisternas.
“El Ejército de Chile rechaza categóricamente la situación producida en la brigada de Calama. Por tal razón, se ha dispuesto que el comandante en jefe de la primera división, general de brigada Rafael Fuenzalida, se dirija durante el día de hoy a esa ciudad, con el fin de tomar contacto con el soldado conscripto y con los familiares”, afirmó la autoridad castrense.
Junto a ello, reitero que en dicha indagatoria, el oficial “tiene todas las atribuciones disciplinarias, administrativas y legales para tomar la resolución que estime conveniente”.
En cuanto a los ocho soldados involucrados, directa e indirectamente en el hecho, Martínez insistió en que “han sido expulsados del Ejército y puestos a disposición del fiscal militar correspondiente. Ellos están confesos y en este minuto han sido detenidos en la brigada Calama e incomunicados”.
Posteriormente, y dirigiéndose a las familias de todos los jóvenes que hoy en día cumplen su servicio militar, los llamó a sentir el apoyo del Ejército, aclarando que este era un suceso “excepcional e irregular”.
En cuanto a las motivaciones que dieron origen al violento ataque, la máxima autoridad del Ejército indicó que, si bien existen antecedentes de rencillas entre los implicados, esos antecedentes serán parte de las pericias que ya se llevan en curso.
A su vez, el ministro de Defensa, Alberto Espina, indicó que “no hay razón alguna que justifique un acto criminal como es que ocho conscriptos golpeen brutalmente a otro e, incluso, lo puedan agredir sexualmente”.
Detalló que a principios de este año fueron 12 mil los jóvenes que ingresaron a las filas del Ejército, 1.700 mujeres en esta cifra, “y nuestro deber es protegerlos con las exigencias que requiere la carrera militar”.
Por lo tanto, expresó que “todas las familias cuyos hijos, hombres o mujeres, que pertenezcan a las Fuerzas Armadas, deben tener la seguridad que se van a realizar siempre, en forma preventiva y -posteriormente- sancionando duramente, cualquier acto que signifique vulnerar la dignidad y los derechos de quienes integran el Ejército de Chile”.