El Pentágono anunció este viernes que envió un buque de guerra y una batería de misiles Patriot a Medio Oriente para reforzar un portaaviones y una fuerza de bombarderos desplegados para contrarrestar supuestas amenazas de Irán.
El buque USS Arlington, que transporta soldados, vehículos anfibios, lanchas de desembarco y aeronaves con hélices, y el sistema antiaéreo Patriot se unirán al portaaviones USS Abraham Lincoln y una fuerza de bombarderos B-52 que se dirigen al Golfo Pérsico, luego de que informes de inteligencia sugirieran que Irán planea un ataque en la región.
El despliegue es “en respuesta a indicios de una mayor disposición de Irán a realizar operaciones ofensivas contra fuerzas estadounidenses y nuestros intereses”, dijo el Pentágono en un comunicado.
“El Departamento de Defensa sigue monitoreando estrechamente las actividades del régimen iraní, su ejército y sus representantes”, añadió.
El Pentágono subrayó que “Estados Unidos no busca un conflicto con Irán”, pero advirtió que están “listos para defender a las fuerzas e intereses estadounidenses en la región”.
Al anunciar el despliegue del portaaviones Lincoln y los bombarderos, el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, John Bolton, dijo el domingo que Estados Unidos enviaba un “mensaje claro e inequívoco” a Irán sobre cualquier ataque contra Estados Unidos o sus aliados en la región.
Pero Washington no ha dado detalles sobre la supuesta amenaza, lo que le ha valido críticas de estar sobrereaccionando y escalando innecesariamente las tensiones en la región.
Irán respondió al despliegue militar inicial anunciando que dejará de aplicar dos de sus compromisos del acuerdo nuclear firmado en 2015 con las grandes potencias, y que Estados Unidos abandonó el año pasado.
En medio de la escalada de tensiones, Trump dijo el jueves que está abierto a conversar con los líderes iraníes.
El buque USS Arlington, que transporta soldados, vehículos anfibios, lanchas de desembarco y aeronaves con hélices, y el sistema antiaéreo Patriot se unirán al portaaviones USS Abraham Lincoln y una fuerza de bombarderos B-52 que se dirigen al Golfo Pérsico, luego de que informes de inteligencia sugirieran que Irán planea un ataque en la región.
El despliegue es “en respuesta a indicios de una mayor disposición de Irán a realizar operaciones ofensivas contra fuerzas estadounidenses y nuestros intereses”, dijo el Pentágono en un comunicado.
“El Departamento de Defensa sigue monitoreando estrechamente las actividades del régimen iraní, su ejército y sus representantes”, añadió.
El Pentágono subrayó que “Estados Unidos no busca un conflicto con Irán”, pero advirtió que están “listos para defender a las fuerzas e intereses estadounidenses en la región”.
Al anunciar el despliegue del portaaviones Lincoln y los bombarderos, el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, John Bolton, dijo el domingo que Estados Unidos enviaba un “mensaje claro e inequívoco” a Irán sobre cualquier ataque contra Estados Unidos o sus aliados en la región.
Pero Washington no ha dado detalles sobre la supuesta amenaza, lo que le ha valido críticas de estar sobrereaccionando y escalando innecesariamente las tensiones en la región.
Irán respondió al despliegue militar inicial anunciando que dejará de aplicar dos de sus compromisos del acuerdo nuclear firmado en 2015 con las grandes potencias, y que Estados Unidos abandonó el año pasado.
En medio de la escalada de tensiones, Trump dijo el jueves que está abierto a conversar con los líderes iraníes.