Recorrer a diario la estructura de las galerías Astor, el zócalo de la Remodelación San Borja o la Villa Frei, suele extraviar la arquitectura en el rabillo del ojo cotidiano. Otros hitos de la capital como el Hotel Sheraton, la ex placa Unctad o el edificio Endesa son también puntos reconocibles que en su familiaridad parecen haber estado siempre allí. En tal sentido, la publicación “80 años en obras de 80 arquitectos” plantea un acto de justicia.
Editado por la constructora DESCO, con la colaboración de la Facultad de Arquitectura de la Universidad del Desarrollo, el libro permite dar un par de pasos hacia atrás para apreciar la perspectiva de titánicas construcciones que precedieron una arquitectura urbana más homogénea y, en ocasiones, menos arriesgada.
El libro recoge la época de oro de la arquitectura moderna en Chile rescatando trabajos de arquitectos de la talla de Sergio Larraín García-Moreno, Emilio Duhart, Mario Pérez de Arce, y muchos otros que pusieron la piedra basal de edificios dedicados a la educación como el Instituto Nacional, el Colegio Verbo Divino, el Colegio Compañía de María o la Universidad Austral.
También otros fundamentales en materia habitacional como la Villa Frei, la Remodelación de las Torres de San Borja o el traslado de Chuquicamata a Calama. Otras faenas civiles de regiones que recopila “80 años en obras de 80 arquitectos” es la Enap de Concón, la fábrica Pizarreño, el puerto de Caldera y la laguna del Maule. Otros perfiles de concreto y metal que también son espacios reconocibles en Viña del Mar y Valparaíso, son los edificios Couve, Escorial, Torres del Miramar y la urbanización de Jardín del mar.
El texto, con más de 300 fotografías históricas obtenidas en el Museo Histórico Nacional y otras fuentes, cuenta con la curatoría de fotógrafos expertos en patrimonio y construcción como Luis Ladrón de Guevara y material del lituano Jack Ceiteles, que desarrolló un prolífico archivo a mediados del siglo pasado.
El texto tuvo la colaboración del historiador de la Universidad Católica de Valparaíso, Francisco Astudillo, la investigadora Jacmel Cuevas y Juan Pablo Monge, gerente general de la constructora.
La lujosa edición, a cargo de la diseñadora Carolina González, incluye planimetrías en papel diamante sobrepuestas a sus respectivas fotografías en picado a lo largo de 232 páginas.
Editado por la constructora DESCO, con la colaboración de la Facultad de Arquitectura de la Universidad del Desarrollo, el libro permite dar un par de pasos hacia atrás para apreciar la perspectiva de titánicas construcciones que precedieron una arquitectura urbana más homogénea y, en ocasiones, menos arriesgada.
El libro recoge la época de oro de la arquitectura moderna en Chile rescatando trabajos de arquitectos de la talla de Sergio Larraín García-Moreno, Emilio Duhart, Mario Pérez de Arce, y muchos otros que pusieron la piedra basal de edificios dedicados a la educación como el Instituto Nacional, el Colegio Verbo Divino, el Colegio Compañía de María o la Universidad Austral.
También otros fundamentales en materia habitacional como la Villa Frei, la Remodelación de las Torres de San Borja o el traslado de Chuquicamata a Calama. Otras faenas civiles de regiones que recopila “80 años en obras de 80 arquitectos” es la Enap de Concón, la fábrica Pizarreño, el puerto de Caldera y la laguna del Maule. Otros perfiles de concreto y metal que también son espacios reconocibles en Viña del Mar y Valparaíso, son los edificios Couve, Escorial, Torres del Miramar y la urbanización de Jardín del mar.
El texto, con más de 300 fotografías históricas obtenidas en el Museo Histórico Nacional y otras fuentes, cuenta con la curatoría de fotógrafos expertos en patrimonio y construcción como Luis Ladrón de Guevara y material del lituano Jack Ceiteles, que desarrolló un prolífico archivo a mediados del siglo pasado.
El texto tuvo la colaboración del historiador de la Universidad Católica de Valparaíso, Francisco Astudillo, la investigadora Jacmel Cuevas y Juan Pablo Monge, gerente general de la constructora.
La lujosa edición, a cargo de la diseñadora Carolina González, incluye planimetrías en papel diamante sobrepuestas a sus respectivas fotografías en picado a lo largo de 232 páginas.
