Según el reporte, hasta el tercer trimestre, el Producto Interno Bruto (PIB) acumulaba un aumento de 2,2%, sin embargo, el último trimestre se vio afectado por las disrupciones asociadas a la crisis social, anotando una contracción de 2,1% respecto a igual período del año anterior.
Desde la perspectiva del origen, el crecimiento del PIB en el año 2019 se explicó por los resultados positivos de las actividades de construcción y los servicios financieros y empresariales, mientras que en contraste, compensaron parcialmente este resultado la menor producción de la minería y la actividad agropecuariosilvícola.
En el cuarto trimestre, indicó el BC, los efectos de la crisis social impactaron principalmente en los servicios, siendo los personales –en particular, la educación– y el comercio los más afectados.
Por otro lado, la construcción y los servicios financieros registraron alzas, compensando parcialmente lo anterior.
Además, en el último trimestre del año, la demanda interna se contrajo 3,3% producto de una caída en el consumo, tanto de personas como de gobierno.
En el primero, se observaron caídas en todos sus componentes, siendo los servicios los que más incidieron a la baja, en línea con menores servicios de educación privada, transporte y restaurantes y hoteles. En tanto, el consumo de gobierno cayó arrastrado por una menor prestación de servicios públicos de educación.
Respecto del comercio exterior, tanto las exportaciones como las importaciones acumularon caídas durante el año 2019.
Los envíos al exterior fueron incididos principalmente por menores envíos de cobre, hierro y productos manufacturados. Las importaciones, por su parte, presentaron caídas en las internaciones de automóviles, textiles, vestuario y calzado y productos químicos.