La primera de éstas fue recibida el pasado 31 de agosto y se realizó en contra el presbítero Darío Nicolás Serrano, por abusos sexuales de menores, lo que dio pie a una indagatoria que tendrá como fin determinar la verosimilitud de los hechos denunciados, que habrían ocurrido en la década de los 90.
“Pese a que el sacerdote denunciado se encuentra fuera del país por motivos familiares, el 13 de septiembre se dispuso la suspensión de todas sus tareas pastorales, así como también de la celebración pública de oficios religiosos. Además, se le ha solicitado que regrese a la brevedad a Chile para ponerse a disposición tanto de las instancias canónica como eventualmente de la justicia civil”, señaló el comunicado emitido por la arquidiócesis puertomontina.
La segunda acusación fue presentada el 2 de septiembre y afecta al sacerdote Eugenio Céspedes Alarcón, donde “una persona adulta lo acusa de abuso de poder, manipulación de conciencia y actos de connotación sexual, hechos que habrían ocurrido el año 2005”, señaló el texto.
Además, se recibió otra denuncia en contra de este presbítero por actos de connotación sexual con adultos. El 13 de septiembre se dispuso la suspensión de todas las tareas pastorales del sacerdote, así como también de la celebración pública de oficios religiosos.
“El arzobispado de Puerto Montt reafirma ante la comunidad su más absoluto compromiso con la verdad, la justicia y la acogida a las personas denunciantes. Señalamos también, que estos antecedentes han sido puestos en conocimiento de la Fiscalía Regional, asegurando nuestra total disponibilidad para la debida colaboración”, cerró la declaración pública.