Rusia está siendo sancionada por dopaje y está pendiente de la decisión del COI de excluir a los deportistas rusos de los Juegos de Invierno 2018. Pero para las autoridades del país se trata de vincularles a “un eje del mal”, mientras que para la FIFA no es un problema que afecte al fútbol.
Tras las revelaciones sobre un vasto programa de dopaje auspiciado por el Estado y que funcionó durante años, Rusia ha visto cómo se le retiraba un tercio de las medallas obtenidas en los Juegos de Invierno de Sochi-2014.
Además la semana pasada la Federación Internacional de Atletismo (IAAF) mantenía las sanciones contra los deportistas rusos y en unos días el Comité Olímpico Internacional (COI) debe decidir si permite competir a los deportistas del gigante europeo en Pyeonchang-2018, el próximo mes de febrero.
Sin embargo, para el viceprimer ministro ruso Vitali Mutko, estas acusaciones buscan vincular al país a “un eje del mal”. “Eso es porque somos una gran potencia deportiva”, declaró en una conferencia de prensa celebrada en Moscú junto al presidente de la FIFA Gianni Infantino.
“Han hecho de nosotros una especie de monstruo. Ahora, todo el mundo, no importa qué experto, tiene el derecho de decir: ‘hay que castigar a Rusia’“, insistió Mutko, que además criticó que “los castigos colectivos se han convertido en moda”.
“El gobierno guardará una posición cerrada y defenderá a sus deportistas hasta el último suspiro“, subrayó el que fuera ministro de Deportes entre 2008 y 2016 y que por ello también está implicado en las acusaciones.
Preguntado si Mutko mantendría su puesto como máximo responsable de la organización del Mundial si el COI pronuncia una decisión en contra de Rusia, Infantino fue tajante: “En lo que a mi concierne o a la FIFA, la respuesta es fácil: no tendrá ningún impacto”.
“Si hubiese un serio problema en el fútbol, ya se sabría, ya fuese en Rusia o en cualquier otro país en el mundo”, insistió.
Infantino recordó que “todos los controles realizados, en la Copa del Mundo 2014, en la Copa de las Confederaciones, en las Eurocopas, en los torneos de clubes, han sido negativos” en lo que se refiere a los futbolistas rusos.
“Y esos controles no se realizaron en Rusia, sino fuera y por personal que no era ruso”, se defendió.
“Ese será también el caso en el futuro y si hay alguien que viola las reglas o se dopa, habrá sanciones”, concluyó.
Tras las revelaciones sobre un vasto programa de dopaje auspiciado por el Estado y que funcionó durante años, Rusia ha visto cómo se le retiraba un tercio de las medallas obtenidas en los Juegos de Invierno de Sochi-2014.
Además la semana pasada la Federación Internacional de Atletismo (IAAF) mantenía las sanciones contra los deportistas rusos y en unos días el Comité Olímpico Internacional (COI) debe decidir si permite competir a los deportistas del gigante europeo en Pyeonchang-2018, el próximo mes de febrero.
Sin embargo, para el viceprimer ministro ruso Vitali Mutko, estas acusaciones buscan vincular al país a “un eje del mal”. “Eso es porque somos una gran potencia deportiva”, declaró en una conferencia de prensa celebrada en Moscú junto al presidente de la FIFA Gianni Infantino.
“Han hecho de nosotros una especie de monstruo. Ahora, todo el mundo, no importa qué experto, tiene el derecho de decir: ‘hay que castigar a Rusia’“, insistió Mutko, que además criticó que “los castigos colectivos se han convertido en moda”.
“El gobierno guardará una posición cerrada y defenderá a sus deportistas hasta el último suspiro“, subrayó el que fuera ministro de Deportes entre 2008 y 2016 y que por ello también está implicado en las acusaciones.
Preguntado si Mutko mantendría su puesto como máximo responsable de la organización del Mundial si el COI pronuncia una decisión en contra de Rusia, Infantino fue tajante: “En lo que a mi concierne o a la FIFA, la respuesta es fácil: no tendrá ningún impacto”.
– “Sin impacto para la FIFA” –
Infantino aprovechó la ocasión para defender al fútbol de la sombra del dopaje: “No creo que haya muchas otras federaciones internacionales que hagan tantos controles antidopaje como está haciendo el fútbol, con la FIFA, la UEFA o las asociaciones nacionales, tanto en competición como fuera de ella… de orina, de sangre, pasaportes biológicos”.“Si hubiese un serio problema en el fútbol, ya se sabría, ya fuese en Rusia o en cualquier otro país en el mundo”, insistió.
Infantino recordó que “todos los controles realizados, en la Copa del Mundo 2014, en la Copa de las Confederaciones, en las Eurocopas, en los torneos de clubes, han sido negativos” en lo que se refiere a los futbolistas rusos.
“Y esos controles no se realizaron en Rusia, sino fuera y por personal que no era ruso”, se defendió.
“Ese será también el caso en el futuro y si hay alguien que viola las reglas o se dopa, habrá sanciones”, concluyó.