La Diócesis de Chillán dio a conocer el nuevo caso de abuso sexual de menores cuya investigación adelantó el obispo Carlos Pellegrin. Se trata de una denuncia en contra del sacerdote Renato Toro Medina, por hechos ocurridos en los años 1983-1984.
En un comunicado, la diócesis indicó que por instrucción del obispo Pellegrin, ayer se inició una investigación previa para determinar la verosimilitud de estas denuncias, la que se desarrollará con un plazo de 30 días.
Con el objetivo de garantizar la neutralidad, la investigación estará a cargo de un sacerdote que no pertenece a la Diócesis de Chillán.
En el comunicado se consigna que el sacerdote Toro Medina fue sancionado por abuso de menores en 2012, y cumplió la condena impuesta de prohibición del ejercicio público del ministerio entre los años 2012 y 2015.
“El obispo de Chillán manifiesta nuevamente su compromiso con el esclarecimiento de la verdad y la justicia, y reitera su llamado a entregar cualquier antecedente en relación a éste u otro caso”, concluye el comunicado..
El jueves, el obispo Pellegrin informó que recibió una denuncia en contra del sacerdote Héctor Bravo Merino, también por abuso sexual de menores, y ordenó una investigación previa para determinar la verosimilitud de estas denuncias, la que funcionará con un plazo de 30 días.
El sacerdote Héctor Bravo Merino, tras ser consultado por un periodista de un canal de TV sobre hechos que habrían ocurrido en una capilla a su cargo en el año 2009, solicitó al obispado iniciar una investigación canónica.
Además, concurrió voluntariamente el 20 de junio a la Fiscalía local a informar de lo que le expresó el periodista, y se puso a disposición para cooperar en el caso de que se formalizara una denuncia.
En un comunicado, la diócesis indicó que por instrucción del obispo Pellegrin, ayer se inició una investigación previa para determinar la verosimilitud de estas denuncias, la que se desarrollará con un plazo de 30 días.
Con el objetivo de garantizar la neutralidad, la investigación estará a cargo de un sacerdote que no pertenece a la Diócesis de Chillán.
En el comunicado se consigna que el sacerdote Toro Medina fue sancionado por abuso de menores en 2012, y cumplió la condena impuesta de prohibición del ejercicio público del ministerio entre los años 2012 y 2015.
“El obispo de Chillán manifiesta nuevamente su compromiso con el esclarecimiento de la verdad y la justicia, y reitera su llamado a entregar cualquier antecedente en relación a éste u otro caso”, concluye el comunicado..
El jueves, el obispo Pellegrin informó que recibió una denuncia en contra del sacerdote Héctor Bravo Merino, también por abuso sexual de menores, y ordenó una investigación previa para determinar la verosimilitud de estas denuncias, la que funcionará con un plazo de 30 días.
El sacerdote Héctor Bravo Merino, tras ser consultado por un periodista de un canal de TV sobre hechos que habrían ocurrido en una capilla a su cargo en el año 2009, solicitó al obispado iniciar una investigación canónica.
Además, concurrió voluntariamente el 20 de junio a la Fiscalía local a informar de lo que le expresó el periodista, y se puso a disposición para cooperar en el caso de que se formalizara una denuncia.
