Este lunes 3 de junio se conmemora el Día Mundial de la Bicicleta, celebración establecida por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) debido a la “singularidad, longevidad y versatilidad” en sus más de dos siglos de existencia, siendo destacada como “un medio de transporte simple, asequible, limpio y ambientalmente sostenible”.

“Los beneficios son mayores que los posibles daños. Realizar cualquier tipo de actividad física es mejor que nada. Mantenerse activo a lo largo del día ayuda a mantener y alcanzar los niveles de actividad recomendados”, destaca el organismo. Además, funciona como un sistema de transporte sostenible que promueva el crecimiento económico, reduce las desigualdades y refuerce la lucha contra el cambio climático.

La ONU subraya la bicicleta como un medio para “fomentar el desarrollo sostenible, reforzar la educación de los niños y los jóvenes, incluida la educación física, promover la salud, prevenir las enfermedades, fomentar la tolerancia, el entendimiento y el respeto y facilitar la inclusión social y la cultura de paz”.

Para ello, es necesario que los países ofrezcan una infraestructura segura para las actividades físicas, pavimentando el camino para alcanzar una mayor equidad en materia de salud.

PRINCIPALES CONFLICTOS A LOS QUE SE ENFRENTAN LOS CICLISTAS EN SANTIAGO

Investigadores de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile realizaron un estudio en donde identificaron los principales conflictos de los ciclistas en la ciudad.

El estudio identificó que un 53% de las y los ciclistas declaró tener conflictos de manera frecuente o muy frecuente con automóviles particulares, seguido por los taxis con un 44%. El académico y urbanista Rodrigo Mora indicó que “la interacción entre la bicicleta con micros, autos, camiones, o incluso peatones, ha sido históricamente dominada por el foco en los accidentes”.

En tercer lugar, se ubican las motocicletas y buses con un 26%. Finalmente, los scooters -cada vez más frecuentes en las calles- alcanzan el 7,6%.

En paralelo, la investigación arrojó cuáles son las mayores faltas por parte de los ciclistas. La mayor de ellas fue circular sin casco, alcanzando el 32,6% de los usuarios. Le siguen el andar en la vereda con un 16,8%, circular sin luces con un 16,2%; circular en contra del flujo con un 15,9%; y, finalmente, andar con audífonos con un 8,8%.

Respecto a los conflictos, se registraron 60, de los cuales 36 fueron resueltos mediante una interacción entre automovilistas y ciclistas/scooters, mientras 24 fueron casi accidentes, en los cuales las partes debieron maniobrar rápidamente para evitarlo.

Tras los resultados, el académico subrayó que es “necesario para gestionar las ciudades, especialmente para mejorar la seguridad de las personas que se mueven de manera más sostenible por la ciudad”.