En el Día de San Valentín, que se recuerda este domingo, las parejas, además de hacerse regalos, se esmeran por demostrarse el cariño con más intensidad que en otros momentos. Sin embargo, algunas ven ensombrecida esta celebración a causa de que la familia se entromete en la relación o desliza comentarios desagradables, porque no quiere a una de las parejas.
La psicóloga de Clínica Santa María, Sandra Navarrete, remarca que es un tema muy delicado, ya que afecta la sensibilidad y la confianza de los enamorados. Y aconseja poner límites para ambos lados.
“Cuando la familia, sobre todo los padres, rechaza o desaprueba la relación de un hijo, independiente de los motivos que se tenga para ello, lo más importante es mantener límites que sean sanos para ambos lados”, explica.
Relaciones sólidas y coherentes son fundamentales para evitar estos problemas, destaca. Mantenerse al margen es indispensable, de lo contrario esta situación puede influenciar el núcleo interno de la pareja llegando incluso a terminar con el amor, añade.
“Lo más importante es tomar la situación con calma tratando de no ‘enganchar’ con las personas que hacen pasar malos ratos. Si esto no es posible de lograr, y la circunstancia se hace insostenible, es mejor evitar esas situaciones. Por ejemplo, que uno solo vaya al cumpleaños del familiar o del amigo y que la pareja lo espere para verse en un lugar distinto o mejor que se reúnan otro día”, aconseja.
En ese sentido, no es necesario ni conveniente exponerse al daño, debido a que esto tarde o temprano, terminará influyendo en la relación.
CÓMO DEBERÍA ACTUARSE
Para ayudar a quienes viven esta situación la especialista entrega una serie de recomendaciones de cómo actuar en estos casos:
► Determinar en conjunto dónde están los límites y ser coherentes en las decisiones.
► Mantenerse al margen del conflicto entre la pareja y los amigos o familia, para no dañar el núcleo de la relación.
► Conservar la calma y no tomar decisiones “en caliente”.
► No “enganchar” con las discusiones.
► En caso de que la situación sea insostenible, evitar exponerse a ambientes potencialmente desagradables.
► No olvidar que la relación amorosa es una decisión personal, por lo que los únicos que pueden iniciarla y finalizarla son los miembros de la pareja.
NO PONER EN TELA DE JUICIO LA RELACIÓN
Sandra Navarrete aconseja no poner en juicio la relación por motivos externos. “No hay que hacer algo especial para que los padres o amigos acepten a la pareja de uno. La relación es una decisión personal y por algo uno está eligiendo a esa persona. Si uno trata de cambiarla a lo que los otros quieren, entonces eso no es amor”, asegura.
Sin embargo, agrega que hay excepciones, siendo el punto de inflexión cuando la pareja está objetivamente generando un daño que muchas veces la persona enamorada no ve. Es el caso de la violencia física o psicológica.
“Si todos mis amigos y familiares me ven sufrir en una relación abusiva, es importante darle crédito y evaluar si esta relación es positiva o no. Generalmente quienes sufren de violencia tiene dificultades para salir de ella y ocultan la situación, y aquí las personas cercanas pueden jugar un rol fundamental en ayudarla a salir de ese círculo”, completa.
AUTOR: Patricia Schüller G.
FUENTE: La Nación