Sebastián Cornejo Hermosilla, quien debía cumplir arresto domiciliario mientras se realizaban las diligencias y toma de declaración sobre la causa del exchico reality, fue capturado en la comuna de Quillón, Región del Ñuble.
A través de su cuenta oficial de Twitter, la policía civil informó la aprensión del cuarto integrante del grupo con el que “El Cangri” se desplazó para cruzar la frontera chileno venezolana en circunstancias que aún no se conocen, terminando muerto por hipotermia y presuntamente consumo de una sustancia tóxica.
La relevancia de Cornejo Hermosilla es que fue una de las últimas personas que vio con vida al otrora rostro de televisión, situación que quedó registrada en una cámara de seguridad en un servicentro de San Pedro de Atacama, región de Antofagasta.
“Detectives de Concepción, detuvieron en Quillón a sujeto con 2 órdenes de aprensión emanadas por el Juzgado de Garantía de Antofagasta y el Tribunal de Juicio Oral de Concepción. Además, era buscado en el marco de la investigación por la muerte de Sebastián Leiva”, dice el twitter de la PDI.
El detenido no se presentó a un juicio oral en su contra, en Concepción, donde está acusado de estafa en la venta de vehículos.
RELATO CONFUSO
Fue el propio Cornejo Hermosilla que relató al programa “Bienvenidos”, de Canal 13, antes de fugarse cómo fue el supuesto asalto que sufrieron en pleno desierto.“Una vez que nos echan abajo del vehículo (…) paso toda la noche con ‘Cangri’ y Germán, caminando, caminando. Como Germán conocía el camino… caminamos cinco horas”.
Añadió que “caminamos cinco horas más, nos dio la noche y nunca dimos con un camino, con un pueblo, una carretera, nada. Teníamos todos nuestros pies acalambrados, ya no podíamos seguir avanzando y nos da la noche”.
Respecto a los últimos momentos del exprotagonista de la serie Perla, el testigo señaló que se refugiaron “al lado de una piedra, abrazados tratando de abrigarnos con nuestros cuerpos. Andábamos los tres con short y polera (…) Fue una noche terrible donde ‘Cangri’ me decía ‘me voy a morir, me voy a morir’. Yo era el más fuerte mentalmente y le decía que ‘no, abrázame compañero, no nos va a pasar nada’”.
El sujeto precisó aunque un poco confuso en su narración que “cuando se aclara un poco la noche, le digo ‘Cangri, hay que seguir caminando para que se nos caliente el cuerpo’ (…) Germán seguía sentado en una roca, yo le digo ‘Seba, sigamos caminando, calentemos el cuerpo’. El Seba se devuelve a buscar al viejo y me dice ‘Seba, el viejo se sabe el camino’ y es donde yo decido caminar solo. Lo único que hice fue seguir huellas de auto, nada más que eso”.