Según el INE, este resultado se debió al alza de 1,5% de la fuerza de trabajo, levemente superior a la variación de los ocupados (1,4%).
En el aumento de los ocupados incidieron, mayoritariamente, los sectores actividades de salud (9,7%) y construcción (3,8%), mientras que, por categoría ocupacional, lo hicieron, principalmente, los asalariados formales (2,3%) equivalentes a 114.432 personas.
En tanto, la tasa de desocupación desestacionalizada se expandió trimestralmente 0,1 pp. situándose en 6,9%.
La tasa de desocupación femenina fue 8,0%, variando positivamente 0,3 pp. en 12 meses, a raíz del movimiento de 2,0% de la fuerza de trabajo, superior al aumento de 1,7% de las ocupadas.
La tasa de participación se situó en 49,3%, con un alza de 0,2 pp., mientras que la tasa de ocupación se mantuvo constante en 45,3%. Las mujeres fuera de la fuerza de trabajo se expandieron 1,5% impulsadas solo por las inactivas habituales (2,2%).
En tanto, la tasa de desocupación de los hombres fue 6,0%, sin registrar cambios en 12 meses, como consecuencia del incremento de la fuerza de trabajo y de los ocupados en la misma magnitud (1,1%).
Las tasas de participación y ocupación alcanzaron 70,2% y 66,0%, disminuyendo 0,5 pp., en cada indicador. Los hombres fuera de la fuerza de trabajo aumentaron 3,8%, influenciados por los inactivos habituales (3,8%) y los inactivos potencialmente activos (6,3%).