Desde hace meses que Benedikt Goesman pedalea sin parar. En febrero de este año, anunció en sus redes sociales una nueva campaña Ride for All, un viaje en bicicleta junto a su perro “Bruno” que busca recaudar fondos para facilitar el acceso a un trasplante de células madre sanguíneas.
Esta es la segunda hazaña que realiza tras perder a su esposa Alicia, quien murió de Leucemia en 2019. Para honrar su memoria y cumplir una promesa que le hizo, Benedikt inició en 2022 una primera campaña en Europa, recorriendo nueve países y recaudando más de 60 millones de pesos para los pacientes con cáncer de sangre.
Esta vez, su ruta comenzó en Ecuador. Por estos días, está a pocos kilómetros de completar su travesía, que no ha estado exenta de altibajos, como mordeduras de perro, caídas, calor extremo, cruces de ríos y la amenazante altura andina.
“La ruta es muy demandante. Es física, pero, sobre todo, mentalmente muy desafiante. Batallar una montaña durante varias horas sólo para tener un breve descenso para recuperarse antes de la siguiente subida es realmente duro”, comentó Benedikt en sus redes sociales.
En total son más de 5.500 kilómetros que recorrerán desde Ecuador, pasando por Perú, Bolivia hasta llegar a Santiago de Chile. Benedikt acaba de cruzar la frontera en Iquique y en los próximos días atravesará el desierto de Atacama para llegar a Santiago en diciembre y entregar lo recaudado a Fundación DKMS.
AUMENTANDO EL ACCESO AL TRASPLANTE DE MÉDULA
Además de recaudar fondos, Benedikt quiere visibilizar la necesidad de aumentar el acceso al trasplante de células madre sanguíneas en América Latina. Los fondos recaudados ayudarán a la fundación DKMS Chile a disminuir las barreras de acceso a este tratamiento que en muchos casos es la única opción de sobrevivir para pacientes con enfermedades mortales de la sangre.
La Fundación cumple esta labor a través de su registro de potenciales donantes de células madre sanguíneas, cuyo objetivo es que todos los pacientes encuentren a un donante compatible capaz de salvar su vida. Gracias a DKMS, las probabilidades de que un chileno encuentre a un donante no emparentado 100% compatible han aumentado del 30% al 50%, ayudando a que más pacientes puedan trasplantarse.
Pero el impacto de DKMS en el país va más allá, apoyando iniciativas que buscan aumentar la capacidad de trasplante en el país, entendida como infraestructura, disponibilidad de recursos y formación de profesionales médicos. El fin último de la Fundación es que todos los pacientes con cáncer de sangre puedan acceder a un trasplante de manera oportuna.