Los defensores del clima suspiraron aliviados tras la elección de Joe Biden como presidente de Estados Unidos, viendo en ello una esperanza para el planeta, pese a las reformas titánicas que se necesitan para limitar el impacto devastador del calentamiento global.
Activistas y científicos temían que el planeta se llevara de nuevo un duro golpe con cuatro años más en la Casa Blanca de un presidente que entorpeció los esfuerzos de la lucha contra el cambio climático.
Pero el triunfo de Joe Biden supone un giro: el demócrata prometió la vuelta de Estados Unidos al Acuerdo de París sobre el clima -del que la decisión de Donald Trump les sacó oficialmente el 4 de noviembre-, y presentó un plan de 1.700 millones de dólares para alcanzar la neutralidad de carbono antes de 2050.
“La victoria histórica de Joe Biden es la primera etapa para evitar la catástrofe climática”, comentó en Twitter la directora ejecutiva de Greenpeace, Jennifer Morgan.
“La administración Biden-Harris tiene una ocasión histórica de poner en marcha uno de los mayores esfuerzos de reactivación ecológica en el mundo, para orientar la economía estadounidense hacia una reducción sostenible de las emisiones”, declaró a su vez Laurence Tubiana, una de las artífices del Acuerdo de París que busca limitar el aumento de la temperatura mundial por debajo de los +2 ºC, idealmente en +1,5 ºC, con respecto a la era preindustrial.
“Es un nuevo día para el clima, el medioambiente y el pueblo estadounidense. Futuros mejores son posibles”, insistió Andrew Steer, jefe del centro de reflexión World Resources Institute.
Para no superar los +1,5 ºC y limitar el alcance de las catástrofes naturales, que se multiplican en todo el mundo, habría que reducir casi un 50% las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero antes de 2030, según los expertos sobre el clima de la ONU (IPCC).
Una reducción que necesita reformas radicales de la economía mundial. Pero que sería un poco menos inalcanzable con Joe Biden en la Casa Blanca, estiman algunos expertos.
“OSCURA REALIDAD”
Para el grupo Climate Action Tracker, esta victoria podría ser un “punto de inflexión” para acercarse al objetivo de +1,5 ºC. Para ello, se debería cumplir la promesa de neutralidad de carbono para 2050 de Estados Unidos, así como los recientes compromisos chinos, europeos y japoneses en la materia.
“Si Estados Unidos adopta el objetivo de neutralidad de carbono para 2050, las cuatro mayores potencias económicas del mundo estarán en línea con la ciencia y mostrarán el camino hacia un futuro seguro, limpio y moderno”, comentó el profesor Johan Rockstrom, codirector del Potsdam Institute for Climate Impact Research (PIK).
Y lo más importante: habrá que pasar de las palabras a los actos.
“No se equivoquen. La oscura realidad es que incluso si cada Estado respeta sus compromisos en virtud del Acuerdo de París […], esto nos llevará a menos de la mitad del camino” para limitar el calentamiento por debajo de los +2 ºC, alertó en Twitter el climatólogo Michael Mann, de la Universidad de Pensilvania.
El margen de maniobra del futuro presidente estadounidense dependerá en particular de su capacidad para adoptar leyes climáticas ambiciosas. Para ello necesitará al Senado, que podrá quedar en manos de los republicanos. Habrá que esperar al 5 de enero, fecha de la segunda vuelta de unas elecciones parciales en Georgia, para saberlo.
Sin mayoría en el Senado, Joe Biden aún podrá contar con las miles de entidades no federales (estados, ciudades, empresas…), cuyo trabajo en los últimos años debería permitir a Estados Unidos cumplir con sus antiguos compromisos del Acuerdo de París (26 a 28% de reducción de emisiones para 2025 con respecto a 2005), según Climate Action Tracker.
Con todo, los defensores del clima esperan el regreso del liderazgo estadounidense al tablero climático mundial.
“Volviendo desde su primer día al Acuerdo de París, el presidente electo Biden puede estimular la confianza en la cooperación internacional”, estimó Andrew Steer.