Las autoridades neozelandesas trataban de salvar este lunes varias decenas de ballenas piloto o calderones atrapadas en un cordón del litoral del extremo norte de la Isla del Sur, un lugar donde suelen quedar varados a menudo estos grupos de globicéfalos.
El Ministerio de Conservación (DOC) precisó que los 49 mamíferos fueron descubiertos el lunes por la mañana en Farewell Spit, una lengua arenosa 90 km al norte de la ciudad Nelson.
En la tarde del lunes, al menos nueve animales habían muerto y unas sesenta de personas se esforzaban por mantener al resto con vida con la esperanza de que puedan regresar al océano con la marea, precisó el DOC.
“Especialistas de mamíferos marinos van a participar en las operaciones de devolución al mar y en los cuidados en la playa, tratando de mantener una atmósfera de frescura y humedad”, explicó una portavoz de DOC.
Farewell Spit es una lengua de arena de 26 km de longitud que se avanza en la Golden Bay.
En ella se han registrado una decena de varamientos de grupos de globicéfalos en los últimos 15 años. En febrero de 2017, cerca de 700 de estos mamíferos quedaron varados en Farewell Spit, de los que 250 perecieron.
No existe explicación científica clara sobre este fenómeno.
Las especulaciones oscilan entre la enfermedad, errores de navegación, presencia de depredadores, condiciones meteorológicas extremas o problemas relacionados con la topografía de algunos lugares.
Pero otros acusan a la actividad humana y sobre todo a las perturbaciones generadas por los radares de alta frecuencia.