Agosto es el mes del corazón, un tiempo en el que debemos reflexionar acerca de la importancia de las enfermedades cardiovasculares. Estas son la primera causa de muerte en Chile y a nivel mundial, incluyendo dentro de sus causas, infarto agudo al miocardio, accidente cerebro vascular, entre otros.
A medida que avanza el estudio de estas, se vuelve cada vez más evidente que la gran mayoría de estas enfermedades pueden ser prevenidas o mitigadas a través de cambios en nuestro estilo de vida. En este artículo exploramos los ocho factores que recomienda la AHA (American Heart Association) para mejorar la salud cardiovascular:
1.Alimentación Saludable: La base de una salud cardiovascular sólida comienza en el plato. Optar por una dieta rica en frutas, verduras, granos enteros, proteínas magras y grasas saludables es esencial. Reducir la ingesta de grasas saturadas y trans, azúcares añadidos y sodio ayuda a mantener un corazón saludable y prevenir enfermedades cardíacas.
2. Actividad Física: El sedentarismo es un enemigo silencioso de la salud cardiovascular. Incorporar actividad física regular en la rutina diaria mejora la circulación, fortalece el corazón y reduce el riesgo de enfermedades cardíacas. La OMS recomienda de 150 a 300 minutos de actividad física moderada o 75 minutos de actividad vigorosa a la semana.
3. Control de Glicemia: Mantener los niveles de glucosa en sangre dentro de rangos saludables es fundamental. La diabetes mal controlada puede dañar los vasos sanguíneos y el corazón. Seguir una dieta adecuada para la diabetes, monitorear los niveles de glucosa y seguir las indicaciones médicas son esenciales.
4. Control del Peso: El exceso de peso ejerce una presión adicional sobre el corazón y aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Mantener un peso saludable a través de la combinación de dieta equilibrada y actividad física reduce la carga sobre el sistema cardiovascular.
5. Control de Niveles de Colesterol: El colesterol es un componente necesario para la función celular, pero niveles elevados pueden contribuir a la acumulación de placa en las arterias, lo que aumenta el riesgo de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares. Una dieta baja en grasas saturadas y trans, junto con medicamentos si es necesario, puede ayudar a mantener niveles saludables de colesterol.
6. Control de Presión Arterial: La hipertensión ejerce una presión constante sobre las paredes arteriales, debilitándolas con el tiempo. Monitorear y controlar la presión arterial a través de la dieta, la actividad física y, si es necesario, medicamentos, puede reducir significativamente el riesgo de problemas cardiovasculares.
7. Suspender el Tabaco: El tabaco es un enemigo feroz de la salud cardiovascular. Fumar daña los vasos sanguíneos, reduce la capacidad de los pulmones para proporcionar oxígeno y aumenta la presión arterial. Dejar de fumar mejora la función cardiovascular y disminuye el riesgo de enfermedades relacionadas.
8. Dormir suficiente: Un sueño de calidad es crucial para la salud general, incluida la cardiovascular. Durante el sueño, el cuerpo repara los tejidos y regula diversas funciones. La falta de sueño está relacionada con la obesidad, la diabetes y la hipertensión, lo que resalta su impacto en el corazón.
En resumen, la salud cardiovascular es el resultado de múltiples factores de estilo de vida interconectados. La modificación de la alimentación, la actividad física, el control de glicemia, peso, colesterol y presión arterial, la cesación del tabaco y un sueño adecuado se traduce en un corazón más fuerte y resistente. Adoptar estos cambios requiere compromiso y paciencia, pero los beneficios a largo plazo para la salud cardiovascular valen la pena cada esfuerzo invertido.
Artículo redactado por la Dra. Daniela González y la Dra.Johanna Nielsen, del Centro de Salud Integral One Health.
