Un hombre murió y más de un centenar de personas permanecen detenidas desde el martes en Cuba, mientras el internet móvil sigue cortado dos días después de las protestas contra el gobierno, que niega que haya un “estallido social” en medio de las críticas de Washington.
El individuo, de 36 años, falleció cuando participaba el lunes en una protesta en el barrio La Güinera, en la periferia de La Habana, donde hubo enfrentamientos entre manifestantes y policías. El ministerio del Interior dijo que “lamenta el fallecimiento”.
Las manifestaciones del domingo, que derivaron en enfrentamientos con las fuerzas del orden, son las más grandes desde el triunfo de la revolución en 1959, pero el gobierno niega un “estallido social”.
“El 11 de julio no hubo en Cuba un estallido social, no lo hubo por la voluntad de nuestro pueblo y el apoyo de nuestro pueblo a la revolución”, señaló el canciller Bruno Rodríguez en conferencia de prensa.
Además, el gobierno cubano acusó a Washington de estar detrás de las protestas, denunciando la política estadounidense de sanciones y una campaña en Internet.
En La Güinera los manifestantes “agredieron con armas blancas, piedras” y otros objetos, dejando varios heridos hospitalizados y personas arrestadas, indicó el ministerio del Interior en una nota publicada por la oficial Agencia Cubana de Noticias.
Los desórdenes dejaron la localidad a oscuras por daños a los transformadores y una estela de piedras y vidrios en una de las principales avenidas.