El llamado llegó después de que en los últimos días cientos de bolivianos quedaran varados en la frontera de Chile con el vecino país, debido a que éste cerró el acceso por motivos sanitarios.
“En virtud del derecho internacional, toda persona tiene derecho a regresar a su país de origen, incluso durante una pandemia”, afirmó la representante de Naciones Unidas en un comunicado, en el que pidió a las administraciones de la región que garanticen un regreso “seguro, digno y voluntario” a sus compatriotas.
Insistió en que “cuando los migrantes desean regresar voluntariamente a sus hogares, los gobiernos tienen la obligación de recibirlos y de velar por que tengan acceso a la atención sanitaria y a otros derechos”.
Al mismo tiempo, recordó que, en general, quienes tratan de volver a sus países por vía terrestre son los “migrantes más pobres (…), privados de sus ingresos” a causa del confinamiento impuesto por el coronavirus.
También, la alta comisionada censuró que la pandemia sea causa de “estigmatización y discriminación, tanto entre Estados como dentro de ellos, en muchas regiones del mundo”.
“Las personas que han contraído la enfermedad necesitan que les presten atención médica, no que las conviertan en víctimas del odio y el rechazo. Todos los países, tanto los de origen como los de destino, tienen la obligación de respetar, proteger y garantizar los derechos humanos de los migrantes”, sostuvo.
Ante el avance del virus, Bolivia cerró su frontera el 26 de marzo, lo que dejó a unos 1.300 de sus nacionales en Chile. Cientos de ellos tuvieron que dormir durante días a la intemperie en el lado chileno de la frontera y sin recibir la atención adecuada, mientras autoridades locales habilitaban una escuela para albergarlos.
“Eso no tenía por qué haber ocurrido”, sentenció Bachelet. Aun así, desde principios de mes ambos países están cooperando para permitir el ingreso de los migrantes en Bolivia.
En una primera instancia, 480 bolivianos fueron trasladados el 4 de abril a la localidad de Pisiga, donde cumplen una cuarentena obligatoria de 14 días en su territorio; mientras que otros mil tendrán que pasarla en la ciudad de Iquique antes de poder regresar a su país.