El vicepresidente ejecutivo de la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo), José Miguel Benavente, abordó la nueva Estrategia Nacional del Litio y las reuniones que sostendrá con representantes de SQM y Albemarle, controladores del Salar de Atacama.
Corfo es dueña por ley de las reservas del mineral blanco en el mencionado salar, donde hay casi 10 millones de toneladas. Hasta ahora SQM mantiene un contrato de explotación hasta 2030 que le permite sacar el 75% de la producción, mientras que Albemarle extrae el 25% mediante un contrato vigente hasta 2043.
Se espera que la cita con Ricardo Ramos, gerente general de la metálica propiedad de Julio Ponce y la china Tianqi, se produzca este lunes a las 15 horas en dependencias de la Corfo, mientras que el turno de la compañía estadounidense será el martes, junto al country manager en Chile, Ignacio Mehech.
En entrevista con T13 Radio, Benavente explicó que la política del Gobierno apunta a establecer la explotación de salares mediante asociaciones público-privadas y no a estatizar la industria, y detalló que “con la empresa que esté, habrá un control del 50+1 de las acciones, punto”.
“Para el resto de los salares que no están explotados, y hay que explorarlos primero, hay distintas formas de tener control. La pregunta es, ¿control estatal? Sí. Pero en esos casos pueden haber distintas formas, con pactos de accionistas, etcétera”, apuntó.
El representante del organismo indicó que “nosotros firmamos un contrato con dos empresas que tienen plazos definidos, y esos no solamente se han respetado, se van a seguir respetando, como lo dijo claramente el Presidente”.
“La única condición de entrada es que el Estado tiene que tener el control. Son salares de todos los chilenos, y lo que estamos viendo es cómo lo hacemos para hacer esto atractivo, entonces estamos abriendo la cancha para que otros privados estén interesados. Y hay muchos, la lista es larga”, añadió.
A propósito de las críticas a la Estrategia Nacional de Litio, el vicepresidente de Corfo sostuvo que “yo separaría a aquellos que trabajan en el sector privado del litio y otros del sector privado. Los que están en el trabajo del litio, sobre todo a nivel internacional, están fascinados con esta alternativa, lo han dicho públicamente. Hay un par de personas, de gremios sobre todo acá, que no le gusta mucho el modelo. Quizás entendieron un tema de estatización, pero no hay nada de estatización”.
“No es un tema de la propiedad, sino de la forma en que uno se asocia con el sector privado para ir adelante en un conjunto de sectores nuevos (…) nuestra idea es que todo el resto de los que participan, directa o indirectamente, en el contrato queden a lo menos igual, o mejor, con un nuevo contrato. Ese es el punto”, acotó.